bilbao. Si se dice en voz alta la palabra extravagancia, inmediatamente viene a la mente una imagen: Lady Gaga. Sus estilismos imposibles y su gusto por generar polémica la hacen carne de cañón para llenar muchos minutos de televisión y líneas de prensa. Ahora, se han conocido los caprichos que pide la diva estadounidense para actuar en una ciudad.

Las peticiones que realiza la cantante antes de dar un concierto, provocan más de un quebradero de cabeza a los organizadores. Entre sus preferencias destacan las botellas de oxígeno -¿por si se ahoga?- y los litros de miel -¿necesitará aclararse la garganta entre canción y canción?-. Si considera que no tiene suficientes cantidades de ambas cosas, Lady Gaga se niega en redondo a salir al escenario para deleitar a los miles de seguidores que llenan sus conciertos, dejándose un dinero en la entrada.

Entre sus exigencias, y más de una son peticiones fuera de lugar, se encuentra no servir al público hielo. El bar del lugar donde actúa puede echar hielo en las bebidas de los aficionados, pero debe dejar de hacerlo treinta minutos antes del inicio del recital y se digne a entonar sus primeras notas. Igual le da miedo que algún fan no conforme con su actuación le empiece a tirar los cubitos al escenario.

Tanto bailar y contonearse en los conciertos debe dejar sin aire a Lady Gaga, pues exige que en la habitación para cambios rápidos de ropa haya dos botellas de oxígeno y un inhalador preparados. Debe ser que para ponerse sus complicados estilismos requiere más aire para respirar, aunque alguna vez sus ropas incluyen fuego y es sabido que llamas y el oxígeno no se llevan muy bien.

Además, requiere que en el camerino haya suficientes cantidades de miel, pero no especifica para qué la usa. Lo que sí deja claro es que necesita mucha comida, y hasta nueve tipos de bebida. Leche desnatada, té verde, zumo, agua vitaminada, Coca-Cola Zero, Red Bull Light... la lista publicada por The Smoking Room sigue y sigue, e incluye además varios tipos de salsas, frutos secos, carnes y vegetales.

Pero Gaga no se limita a picotear entre canción y canción, además exige una cena que debe servírsele a las cinco de la tarde, sin excusas. Sus gustos culinarios también son peculiares y necesita de un menú especial para cada día de la semana. El menú varía diariamente. Así, los lunes toca barbacoa, los martes asiático, los miércoles mexicano, los jueves platos tradicionales americanos... así hasta el domingo, que pide asado de pavo con guarnición.

Una última extravagancia se ha unido a esta peculiar lista. La cantante ha engrosado sus cuentas corrientes con muchos ceros y el dinero algún destino tenía que tener. Ideas e imaginación no le faltan a Lady Gaga y ya ha descubierto en qué invertir sus elevados ingresos.

Y es que la artista podría haber pagado a un grupo de cazafantasmas para que detecten espectros en las habitaciones de los hoteles en los que se aloja. El grupo, equipado con medidores de campo magnético, revisaría las estancias antes de que ella -que ha confesado que cree en la reencarnación-, llegue.

Por si esto fuera poco, Gaga habría pagado a un químico de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) una suma de 45.000 euros para que encontrara una fórmula que permita a un material desprender vapor sin estar caliente. ¿Y para qué? Pues para que a su disfraz de taza de té no le falte detalle.