Bilbao

EL conquistador del fin del mundo se ha convertido en un fenómeno de audiencia. Es de los escasos programas que semana tras semana mantienen un registro superior al 20%. Se han emitido diez programas de la sexta temporada y el espacio que presenta Julian Iantzi tiene una media del 23,6% de share y 206.000 espectadores, con lo que duplica con holgura la media de ETB-2, 11,4% en lo que va de mes. El programa regresó el 10 de enero con 238.000 espectadores y un 24% de cuota de pantalla, el mejor estreno de las seis temporadas. Ocupa la franja de Cine sin cortes, en ella los resultados han oscilado de septiembre de 2009 a enero de 2010 entre un 7,3% con Batman y un 12,6%, este último obtenido con la emisión de la trilogía de El Padrino. En estos momentos el reality de supervivencia duplica sin problemas al cine sin publicidad.

Julian Iantzi es un hombre muy positivo y optimista, pero reconoce que no pensaba que la aventura en la Patagonia iba a sumar tantos adeptos: "No sé a qué se debe. Registrar una media que supera al doble de la cadena es todo un éxito en unos tiempos en los que la audiencia está muy difícil. Hay mucha competencia. Pienso que el casting ha sido fundamental en esta edición, aunque todos han sido muy buenos". El presentador piensa que algunos cambios han podido favorecer los datos de audiencia: "Quizá lo del campamento único al principio y la presencia de Manu Maritxalar en su papel de sargento de hierro. Los concursantes han dado mucho juego este año, pero también en otras ediciones han sido muy cañeros y han dado buenos momentos. Si el año pasado nos dieron el premio de la Academia, este año con estos resultados no sé...".

CAMBIO DE DÍA Txema Montoya, director del programa, está encantado con los datos que está recogiendo este año. Son tiempos revueltos en televisión y son muchos los espacios que se caen de la parrilla dos días después de su estreno. "Resulta chocante que después de cinco ediciones, la sexta de El conquistador sea la más seguida y que la evolución de la cadena sea cada vez a menos y la del programa, cada vez a más". "No sé qué puede haber motivado que El conquistador se haya situado en esos niveles de audiencia, nadie sabe por qué sube o baja un programa. Nosotros como productora éramos bastante reacios al cambio de día de emisión. Estábamos acomodados en los lunes, nos había ido bien ese día y no veíamos la necesidad de cambiar". Montoya estima que el cambio de día puede ser una de las claves, pero no descarta la importancia del casting.

Los seguidores del programa dicen que este año los concursantes son los que se ajustan más a un modelo reality: "He leído eso de que son los más frikis, pero yo no creo que sea así. No se han buscado perfiles diferentes. También puede ocurrir que una persona que a mí me parece una cosa, en las pruebas de selección y a lo largo del concurso se transforme en otra. Si repasamos las demás ediciones, los concursantes tipo son similares".

Cuando se inicia una nueva edición Julian Iantzi suele ser de los que piensa que puede ser la última: "Estás allá, lejos; piensas, como en este caso, que estamos haciendo la sexta temporada y puede ser la última. No me hago planes de futuro. Procuro disfrutar de cada concurso que hacemos. Me preguntas si estoy dispuesto a hacer una séptima: por supuesto, ¿dónde hay que firmar? Yo estoy feliz de hacer este trabajo, disfruto mucho con todo lo que pasa". Aunque en televisión es difícil hacer apuestas por los programas, todo parece indicar que, sobre todo, por los resultados, habrá una temporada más.

envidia El presentador confiesa que cuando están la Patagonia siente verdadera envidia de los concursantes: "Me encantaría poder hacer las pruebas que hacen, lo de la envidia es verdad. Me gustaría ser concursante. ¿Pasar hambre? Pues mira, no me importaría". Lo de ganar el concurso lo tiene menos claro, pero aunque ha hecho muchas cosas en Euskal Telebista, son los programas de aventuras los que le emocionan y le motivan. Acaba de volver del Aconcagua, donde ha vivido otra aventura televisiva espectacular.

Tanto Txema Montoya como Julian Iantzi señalan la dureza del concurso; no sólo desde el punto de vista de los participantes, también de los equipos de grabación desplazados en la Patagonia: "Ver que el público responde no deja de ser una recompensa a un trabajo intenso". Iantzi ha conseguido hacerse un nombre dentro del mundo televisivo, pero no sólo en Euskadi, otras cadenas del Estado -Cuatro, La Sexta o Antena 3- han contado con él para presentar concursos o magazines de actualidad.