"Estamos ilusionados, con ganas de darlo todo", aseguran los Delirium Tremens, grupo que regresa a la actualidad tras tres décadas de silencio con un nuevo disco, Hordago (Mauka), que acaba de publicarse y ha contado con las colaboraciones de Jon Maia y el guitarrista y productor Haritz Harreguy, nuevo integrante de la banda. El regreso tendrá su primera cita oficial con un concierto el 28 de mayo en el BEC ante miles de personas y que cuenta con la colaboración de DEIA. "Tiene que ser la hostia, un sonido y espectáculo potentes", explican los gipuzcoanos.

El trío de Mutriku ofreció su último concierto el 30 de noviembre de 1991 en Venezia (Saturraran-Mutriku) y ofrecerá el próximo pasados 30 años, el próximo 28 de este mes en el BEC, con un concierto en el que colabora DEIA y para el que se han puesto a la venta 8.000 entradas. A los 35 años de celebración del nacimiento de Delirium Tremens se sumarán en el BEC los punkies de Arrasate Des-Kontrol, que cumplen 25, y McOnak.

Banda histórica y de culto en el rock euskaldun a pesar de su escasa producción editada entre los años 1987 y 1991, Delirium Tremens "le dimos la vuelta al regreso" tras unirse en el homenaje a su guitarrista Iñigo Muguruza, en el Kafe Antzokia, a finales de 2019, meses después de su fallecimiento. "Aquella noche fue la hostia. Bajamos del escenario con una cosa€ La verdad es que el escenario, el directo, engancha", explica su guitarrista y cantante, Andoni Basterretxea.

Basterretxea, el batería Juan Yurrita 'Txufu' y el bajista Patxi Irisarri se sintieron animados y empezaron "a darle la vuelta" al regreso del grupo. Eso sí, rechazando la nostalgia y grabando un disco nuevo, Hordago, que se ha presentado en el Kafe Antzokia. "Empezamos a meter horas en la composición y a pasarlo bien y mal. Hemos pasado de todo, pero nos hemos quedado a gusto. Parió la abuela", explicó su líder y cantante.

El nuevo repertorio, con ocho temas "totalmente nuevos", se inició con la pretensión inicial de grabar un par de canciones, pero el resultado fue tal que "empezamos con el resto, sintiéndonos en nuestra salsa en el estudio" de Harritz Harreguy, actual cuarto miembro de Delirium Tremens, sito en Usurbil. "Le propusimos que nos ayudara en la producción al llevar tanto tiempo sin grabar y aceptó. Seguimos trabajando y como nos gustaron sus propuestas, como introducir una segunda guitarra, cada una por un canal, le preguntamos si se apuntaba a la fiesta", recuerda el vocalista.

Harreguy, que además de guitarrista del grupo se ha ocupado de la producción de Hordago, reconoce que "de jóvenes escuchábamos un montón" a Delirium Tremens, y asegura que su trabajo en el nuevo disco tenía como objetivo "mantener su personalidad", por lo que "he intentado respetarlo" sin añadir demasiadas capas de sonido. "El fin era llevar su sonido personal al presente, reforzándolo pero sonando como siempre, como en las maquetas", indica. "Se trataba de conservar la inmediatez y la espontaneidad del trío", apostilla.

JON MAIA

"Haritz ha dado mucha potencia a nuestro sonido, nos ha puesto las cosas fáciles y es un buen compañero y amigo", explica el trío original sobre el cuarto miembro al ser preguntado por las nuevas canciones, que han contado con la ayuda de Jon Maia en algunas de sus letras. "He sufrido. Llegó un momento en el que me sentí un poco bloqueado y decidí llamar a Maia porque tengo buena relación con él y sé cómo funciona. Le pedí ayuda, le pasé apuntes y él me devolvió las letras con cosas nuevas. No ha sido un encargo como tal para escribir letras", según Basterretxea.

"El disco incluye canciones fáciles y otras no tanto", reconoce al ahora cuarteto, que sigue fiel al sonido rockero y correoso de siempre, de espíritu punk y con textos sobre "el caos, la desesperanza y la inestabilidad" tratados con cierto sentido del humor. Temas directos como Hola tío, el reencuentro de dos amigos a los que la vida les ha llevado por caminos diferentes; Aio, con gente en un bar intentando arreglar el mundo; la propia Hordago, centrada en "en los buenos y malos momentos de sus miembros, como un buen matrimonio"; la solidaridad con los emigrantes en Banoa; o las "más profundas" Dela, Urpean dantzan y Garuna.

CONCIERTO EN EL BEC

"Después de 30 años sí estamos algo nostálgicos", reconoce el cuarteto, que está ofreciendo varios conciertos en lugares pequeños -incluido Ondarru- antes de su concierto oficial de vuelta en el BEC de Barakaldo, este próximo día 28. "Hemos recibido buenas sensaciones. Las canciones de siempre entraban de maravilla y ya empezaban a cantar y a gustarles las nuevas", explica Basterretxea, que considera a Txufu "el artífice musical" del grupo. "Después, trabajamos entre todos, de manera democrática, un poco como Ramones", indica.

Ante la presentación del BEC, la banda niega sentir "vértigo" ante un concierto multitudinario tres décadas después. "Al principio sí lo sentimos, pero ahora estamos seguros y contentos, con vértigo cero. Ya veremos qué pasa al empezar a tocar. De momento, cuanto más ensayamos para preparar el concierto, más seguros estamos", según el vocalista. "Esperamos ver a la gente dar botes con el disco y el espectáculo. No vale que digan bueno, pues sí, está bien. Queremos que la vuelta sea la hostia, con una música potente como la de antaño pero puesta al día", explica Basterretxea. Tras el BEC, el grupo actuará el 17 junio en el Azkena de Gasteiz y el 1 de julio EH Zuzenean, en Iparralde. "Estamos listos, con ganas y en el mercado. Esperamos que nos llamen", concluye el cantante.