L Kia Sportage siempre ha figurado entre los modelos favoritos de un público rendido a los encantos del estilo SUV. El acierto de sus creadores ha permitido que este producto, concebido en 2016 y remozado dos años después, alcance la madurez conservando un estimable tirón comercial, y soportando así la presión de competentes rivales más recientes. Llegado al momento de su renovación, el Sportage abre ahora dos interesantes posibilidades al público. Una es conseguir alguna de las últimas unidades de la cuarta generación, adornadas por una relación calidad-precio imbatible. Otra opción es esperar unas semanas y hacerse con un ejemplar repleto de innovaciones de la ambiciosa quinta edición.

La más europea de las marcas coreanas va a comenzar a vender sobre plano esta próxima entrega en noviembre. La clientela más impaciente recibirá los primeros coches a principios de 2022. Puesta al lado de la saliente, la nueva remesa evidencia una clara evolución estética, que la pone en la órbita de las últimas tendencias de la moda SUV. Kia consigue dicho progreso sin traicionar el estilo que emparenta al Sportage con su predecesor y con los integrantes jóvenes de la familia.

El brinco generacional tampoco altera las proporciones conocidas, al respetar la talla media conocida. El nuevo envase mide 4,51 metros de eslora, por lo que el Sportage continúa aspirando a representar una opción emocional y cabal para todo tipo de compradores, pero sobre todo particulares con motivación familiar: ofrece una cabina con cinco plazas y su portaequipajes admite hasta 591 litros.

Del inminente Sportage se espera un progreso generalizado en todas las facetas: conectividad, seguridad y ayudas a la conducción, confort, etc. De momento, Kia anuncia una nueva vuelta de rosca en eso que se ha dado en llamar electromovilidad. Eleva su apuesta por la hibridación al extender esta tecnología a casi toda la gama motriz. La principal consecuencia de esa estrategia es que el catálogo del modelo estrenará una variante híbrida PHEV (Plug in Hybrid Electric Vehicle), siglas que identifican a los sistemas de impulsión mixta enchufables. Además ofertará una versión HEV, autorrecargable sobre la marcha, y varias con hibridación suave a 48V.

Una y otra Hybrid ponen a cooperar un motor de gasolina (180 CV) y otro eléctrico. En la versión HEV este bloque rinde 60 CV y va alimentado por una batería de 1,49 kWh, para contribuir a un rendimiento conjunto de 230 CV. La variante enchufable instala una unidad eléctrica más potente (90 CV) y la asocia a un acumulador de 13,8 kWh que se reabastece en la red; consigue así incrementar la potencia total hasta 265 CV.

La creciente electrificación no supone, sin embargo, la renuncia a los propulsores puramente térmicos, puesto que Kia considera que todavía tienen su público fiel. Por consiguiente, sus partidarios van a seguir disponiendo de alternativas diésel y gasolina del Sportage.

El mismo motor de gasolina utilizado en las motorizaciones mixtas, el 1.6 T-GDI de 150 o 180 CV, sirve de base para las interpretaciones mild hybrid. También recurre a esta modalidad de hibridación ligera la declinación más potente del motor diésel, disponible con 115 y 136 CV.

El Sportage vincula sus propulsores a cajas de cambio manual y automáticas. Estas son de doble embrague y siete relaciones en los bloques térmicos, y de convertidor de par y seis velocidades en los híbridos. La última entrega del modelo emplea tracción delantera en las versiones de acceso (diésel de 115 CV y gasolina de 150 sin mild hybrid), y dota de tracción integral al resto.