Las propuestas electrificadas van cobrando el protagonismo en el mercado que pierden las motorizaciones tradicionales, exclusivamente térmicas. Para hablar con propiedad, pronto los kilovatios desplazarán a los caballos. La clientela se inclina cada vez más por esas soluciones algo menos contaminantes, un poco porque va adquiriendo conciencia medioambiental y otro poco porque la legislación vigente obliga a los fabricantes a ofertar cada vez menos propulsores clásicos diésel y gasolina.

El resultado es un notable auge en las matriculaciones de versiones mixtas y puramente eléctricas. Han pasado de tener una participación testimonial a captar el interés del público, atraído por su funcionamiento potencialmente más sostenible y por las ventajas adicionales que comportan las etiquetas Eco y 0 que exhiben.

La apuesta por esas motorizaciones consideradas limpias, híbridas de todo tipo y 100% eléctricas, es generalizada y no distingue marcas premium de firmas generalistas con vocación de masas. Entre las más activas figura Kia, cuyo catálogo plantea ya un total de dieciséis referencias de este tipo.

La más reciente la formula el nuevo EV6. Este producto, concebido expresamente como modelo de impulsión eléctrica, representa un salto cualitativo en la categoría. Se suma al e-Niro y al e-Soul. Tras el nuevo estandarte tecnológico de la firma y de esas variantes a pilas de los dos conocidos hermanos aparecen las interpretaciones con sistema de hibridación enchufable. Las hay de cuatro modelos de la gama: Niro, XCeed, Ceed Tourer y Sorento. Su sistema motriz coordina el esfuerzo de un bloque a gasolina y el de otro eléctrico alimentado por una batería que se recarga en la red. Los motores trabajan de manera solidaria, ya sea conjunta o alternativamente, para garantizar prestaciones y eficiencia energética.

Mucho más amplia es la oferta de versiones híbridas convencionales, en las que el bloque térmico recibe asistencia puntual del eléctrico. Últimamente proliferan las variantes mild hybrid, con hibridación suave o ligera, tecnológicamente más sencillas y por ello más asequibles. Su propulsor de explosión, normalmente a gasolina, cuenta con el apoyo de un motor eléctrico y un acumulador pequeños. Estos intervienen en el arranque, recuperan energía en las deceleraciones y sirven de refuerzo en momentos de sobreesfuerzo. Los híbridos -Kia propone variantes en nueve modelos- reciben etiqueta medioambiental Eco.