A la joven Kristin H. F. le pareció enternecedor dar de comer a un oso negro durante su visita a un parque natural en Gatlinburg, Tennessee, EE.UU. En un momento uno de estos animales se acercó a ella y sus amigos y le dieron sandía, chocolate y otros alimentos. Pero las leyes locales prohíben a las personas alimentar a los osos o dejar comida a a su paso, en un radio de casi 10 kilómetros a la redonda del parque, ya que ese tipo de conductas podrían provocar que los animales bajaran al núcleo urbano en busca de comida. La joven, de 21 años, subió a la plataforma TikTok el vídeo en el que se le ve dándole comida al oso, así que ahora se enfrenta a un juicio en el que podría ser sentenciada a seis meses de cárcel y una multa de 500 dólares. "El abrumador deseo de tener un encuentro cercano con un oso negro es extrañamente más poderoso que el sentido común. Muchos los alimentan intencionalmente sin tener en cuenta las nefastas consecuencias para ellos y los humanos que dejan atrás", dijo el sargento David Sexton de Vida Salvaje del Condado Sevier.