Ficha

Día. Viernes 6 de marzo.

Hora. 12 .30 horas.

Lugar. Norwealth AV

SE conmueve al hablar de la igualdad de oportunidades laborales entre hombres y mujer, porque la mayoría lo hemos tenido difícil. Felisa Ramos, bilbaina de adopción, economista y licenciada en Administración de Empresas, ha sentido en sus propias carnes esos feos comentarios en torno a la mujer profesional.

Cosmopolita y políglota, desempeña su trabajo en Norwealth AV. Considera que la discriminación de género pasará a la historia cuando se eduque en valores de respeto a la persona. Y se remonta a la Constitución de la Pepa de 1912, a la de Cádiz, donde se hacía hincapié en la formación obligatoria de los niños/as al igual que en la Constitución de 1931, precursoras de la actual, pero con tantas fallas como la de ahora para las féminas.

Felisa quiere potenciar la igualdad de oportunidades entre las mujeres. Por eso forma parte de la Junta de la Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales Liberales, Mujer Siglo XXI, liderada por la procuradora Carmen Miral Oronoz.

Se muestra satisfecha con los eventos en los que participa la Asociación como el I Congreso EDA -Empresarias y Directivas que tuvo lugar recientemente en Oviedo (Asturias), donde se analizaron los retos a los que se enfrenta la economía del noroeste de la península, buscando un sustrato de colaboración común que ayude a enfrentar los retos comunes a estas regiones, como son la transición energética y descarbonización, la industria 4.0, la economía circular, sector primario y demografía, con el objetivo de flujos positivos de economía y desarrollo.

La Asociación Mujer Siglo XXI busca ampliar el arco e impulsar a las mujeres para que no se pongan barreras; "tenemos que introducir en el frontispicio de nuestras preferentes culturales y sociales a las mujeres no solo como Marie Curie, sino a tantas discriminadas en ámbitos asociados tradicionalmente a la mujer". Y tenemos el tema de la economía, no tanto para la economía social en general, sino fundamentalmente para su gestión y para los ahorros de cada uno: un aspecto tan necesario como incómodo para muchas. "No sé si es es falta de conocimiento o de interés; o porque nos toca mucho meternos la cabeza debajo de la almohada", explica la administrativa y asesora, que ha desarrollado su trabajo en la Agencia de Valores donde gestiona patrimonios. Ella asesora a sus clientes, cobra por ello y luego ellos/as depositan sus ahorros en distintas entidades.

"Somos un equipo que analizamos macro y microeconomía. Los procesos de inversión y qué parámetros hay que tener en cuenta y hacia dónde deviene el mundo y la sociedad: hacemos una previsión en función de la economía real y ver hacia dónde nos encaminamos. A partir de ahí, elegimos los activos que van a dar servicios a las estrategias para obtener dinero". ¿Nos estamos pasando con el coronavirus? "Sí. El tratamiento que se le da en algunos medios de comunicación es bastante alarmista; hay más fallecidos por la gripe que por este nuevo virus; hay que seguir las recomendaciones que está haciendo la Sanidad vasca -por cierto muy buena-- sin caer en el histerismo", sostiene.

Cambiando de tercio, ¿seguro que en más de una ocasión le han tratado por ser guapa y profesional como si fuera tonta? "Pues sí. Esto me hace recordar que una amiga psiquiatra me comentó que los niños y niñas hasta los seis años desarrollan unos comportamientos de igualdad, pero que a partir de entonces ellas están en inferioridad. Es tremendo, porque nacemos iguales, pero la sociedad nos hace diferentes", sentencia.

Elisa en las reuniones da golpes en la mesa, porque ya se ha cansado de que sus colegas masculinos se pongan delante y no le dejen pasar y "ante esto hay que plantarse. Ellos dicen que están hasta las narices del empoderamiento femenino, pero hay que luchar por ello. Mientras, tenemos que hacer lobbies de mujeres porque a través de ellos existimos ante la Administración vasca"; así se lo comenta a Erkoreka, cada vez que acude a los eventos de las mujeres empresarias. "Ojalá otros y otras hicieran los mismo que él y de este modo se empaparan de las iniciativas femeninas que siempre van encaminadas al bienestar de la sociedad. Porque cuando las mujeres van bien, la sociedad entera mejora".

Felisa, luchadora nata, está también cansada de que ellos se pongan siempre las medallas y que "nos tapen", como a las grandes nóbeles invisibilizadas. "Necesitamos la ayuda de las instituciones y que las propias mujeres seamos conscientes de que no somos inferiores a ellos; no ponernos las barreras de los hijos y los cuidados a los mayores. Además, tenemos una cosa a nuestro favor sobre los hombres, es que somos más trabajadoras, tal vez como respuesta a esta presunta pero irreal inferioridad que nos han estado inoculando y transmitiendo durante siglos".

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