ES la sheriff de los cosméticos de última generación que se hacen en Bizkaia. Completamente alejada de la poción de un druida o de elixires mágicos, en una planta de Larrabetzu se elabora alta cosmética científica y tecnológica made in Euskadi. "Este no es un sector muy arraigado aquí pero hay gente muy formada y capacitada para hacer cosméticos con un toque tecnológico e innovador", asegura Naiara de Paz, responsable de la línea de Dermocosmética y directora de Operaciones de Histocell. Esta biofarmacéutica colabora con la firma catalana Enoc Pharma para unir las tecnologías de ambas empresas y poder desarrollar y fabricar en el País Vasco artículos cosméticos y sanitarios altamente innovadores.

De Paz habla con pasión de las cualidades de sus productos. "Nosotros somos una empresa enfocada a la medicina regenerativa y llevamos ese enfoque a todo lo que desarrollamos. Tanto la forma de fabricar, como los controles de calidad, la calidad de las materias primas y del producto final tiene un marcado enfoque tecnológico y científico. Y nosotros tratamos de hacer ingredientes y productos finales con propiedades regenerativas teniendo en cuenta la experiencia que nos avala", detalla. El primer producto fruto de esta colaboración es un potente sérum antienvejecimiento. Contiene un activo natural formado por una exclusiva mezcla de ácido hialurónico y glicosaminoglicanos sulfatados. Un galimatías de términos que De Paz se apresura a explicar. "Son unas moléculas que se encuentran rodeando todas las células de la piel y que se deterioran con el envejecimiento. Lo que hacemos con el producto es dar un aporte de estas moléculas naturales que se han perdido debido al envejecimiento tanto por razones cronológicas como por los factores externos que dañan la piel".

Con una primera tirada de 20.000 unidades, actualmente se está comercializando online a través de la web de Enoc Cosmetics. "Nosotros aportamos el activo regenerativo y ellos aportan una tecnología que permite encapsular este principio para que penetre más en la piel", describe.

Naiara de Paz aclara un fenómeno paranormal, cómo puede haber cosmética low-cost -muy económica- y otra high class -con precios por las nubes- con aparentemente los mismos ingredientes. "Es verdad que hay un rango enorme de precios. Pero no creo que sean iguales. Depende mucho del tipo de activo que lleva el cosmético y la concentración de esos ingredientes. Depende también de la tecnología, de si son activos más simples o, como en nuestro caso, si lleva asociada la tecnología liposomal avanzada. Eso independientemente de que cada compañía tiene sus propias estrategias de comercialización y sus estrategias de posicionamiento".

Asimismo considera que los cosméticos no pueden vender efectos milagrosos. "La cosmética también tiene una regulación y no se puede decir cualquier cosa. Aunque la publicidad sea muy mágica, siempre debe estar ligada a los ingredientes que tiene. A nosotros lo que nos identifica es nuestro prisma científico porque es lo que sabemos hacer. Hacemos una cosmética poco decorativa, no añadimos aromas ni espesantes, ni colorantes. Incorporamos solo principios activos en la proporción que sabemos que son eficaces. A la piel hay que aportarle lo que necesita. Y creemos que no es necesario dotar a la fórmula de ingredientes inertes que están solo pensados para dar una textura o un olor concreto". Un trabajo nada fácil, reconoce, ya que ha sido necesaria una investigación ardua. "En concreto llevamos años estudiando el activo regenerador", admite.