EXISTE la tentación de pensar que todo ha sido como ahora, pero echando la vista atrás se encuentran situaciones que para las mujeres solo pudieron ser superadas porque muchas , como pioneras, batallaron por la igualdad de oportunidades; entre ellas aquellas políticas que dieron lo mejor de sí como avanzadilla de las muchas que hoy siguen en la brega por la igualdad. Éste es el hilo conductor que la periodista y escritora Magis Iglesias presenta en su libro Fuimos nosotras. Las peripecias de las primeras parlamentarias de la democracia (Debate Editorial) presenta en su libro, entre el homenaje, el tributo y el recuerdo a todas aquellas mujeres que fueron parlamentarias en los comienzos de la democracia y que desempeñaron un papel fundamental en la consolidación de las libertades y de la igualdad de oportunidades.

En un encuentro organizado por la Asociación y el Colegio de Periodistas del País Vasco/Euskal Kazetarien Elkartea, en colaboración con el Ayuntamiento de Bilbao, en el que participaron una nutrida representación de periodistas vascas, Magis Iglesias fue desgranando algunos de los testimonios recopilados durante el año en el que en el que ha estado elaborando Fuimos nosotras. Una obra que le ha reconciliado con la profesión periodística y en la que recopila los testimonios de 13 de aquellas protagonistas, Carlota Bustelo, María Teresa Revilla, Belén Landaburu, Dolores Ibarruri (La Pasionaria), Victoria Armesto o Dolors Calvet, entre otras.

La escritora y periodista ha vuelto con fuerza a la profesión -que desde 2012 a noviembre de 2017 aparcó para asumir la dirección de comunicación de Marca España- con esta publicación “que es un relato biográfico de las desconocidas madres de la Constitución, las 21 diputadas y las seis senadoras, que alzaron su voz y sus opiniones, su conocimiento y talento en las Cortes del comienzo del periodo democrático”, relató Magis Iglesias, la primera mujer en ser elegida en 2008 presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas del Estado (FAPE), cargo que ejerció hasta 2010.

En las últimas elecciones generales en listas, el 48% fueron mujeres, un avance significativo, sobre todo si tenemos que en cuenta que en 1977 fueron veintiuna las que lograron un escaño en el Congreso y seis en el senado. “Fue al entrar en el hemiciclo cuando realmente se dieron cuenta de que estaban haciendo historia; hasta ese momento no fueron conscientes de que habían roto el techo de cristal, que estaban marcando el camino para las siguientes generaciones de políticas”, subraya Magis Iglesias.

Mucho más que ahora -que ya es decir- el machismo entonces era la norma habitual de actuación de los partidos políticos, tanto de izquierda como de derechas (PSOE, UCD). Por ejemplo, las mujeres socialistas tenían el enemigo en casa; el fuego amigo fue el peor para ellas, como reconoce en el libro Carlota Bustelo. “El todopoderoso vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra fue la bestia negra de las parlamentarias, a las que, por otra parte, los taquígrafos de la Cámara las llamaban señor. El paternalismo con la que se les trataban sus compañeros fue escandalosamente doloroso”, relata Iglesias.

Con su libro reivindica y saca a la luz a aquella pioneras en el ejercicio del poder político de la democracia. Mujeres que dejaron huella, aunque para la mayoría de la ciudadanía no existen si no en un vago difuminado pasado, “porque la historia la hacen varones en la sociedad patriarcal en la que vivimos”. Además, como incidió Iglesias, ahora más que nunca la sociedad necesita modelos y referentes de mujeres que hicieron historia, mujeres que dejaron huella.