DE pueblo en pueblo, van a pedalear cuatro meses por una alimentación sostenible. Biela y tierra es el viaje de dos mujeres en bicicleta que a partir de hoy recorrerán más de 2.500 kilómetros por el norte de la Península en busca de una nueva narrativa sobre soberanía alimentaria con la comida sana, ecológica y de producción local como leitmotiv. Este proyecto liderado por Ana Santidrián y Edurne Caballero, que tiene la intención de visitar y visibilizar cien iniciativas localizadas en el mundo rural, recalará en Euskadi el próximo mes de agosto.

En tierras vizcainas, la primera parada del tour será en Karrantza en el baserri Vista Alegre que desde 2011 pasteuriza la leche de sus vacas y elaboran yogures y queso en una quesería-obrador. También en Enkarterri pondrán el foco en Muturbeltz, una iniciativa agroecológica, artística y cultural para promover la oveja carranzana cara negra, actualmente una especie en peligro de extincio?n, al igual que el oficio de pastor/a. Ana Santidrián señala que también en Bizkaia visitarán Maskilu Kontserbak en Zeberio, una asociación donde trabajan la transformación de alimentos desde una perspectiva agroecológica. “Es una iniciativa importante porque se impulsó desde la administración local de Arratia-Nerbioi que detectó la necesidad que tenían los productores locales de poder transformar ellos mismos el producto y tener un valor añadido”, afirma la bióloga Edurne Caballero.

En Atxondo se fijarán en Biezko Baserria, un plan de producción ecológica y de turismo rural que, siguiendo la organización tradicional de los caseríos, diversifican sus actividades con huerta ecológica, huevos y frutales que nutren al alojamiento rural. El recorrido continuará con pedaladas a lo largo y ancho de Euskal Herria que incluye paradas en Azpeitia o Lumbier.

El propósito de estas mujeres, acompañadas de Sole y Cristina, desde LaDársena Estudio, es mostrar que existen alternativas reales de producción y consumo en nuestros entornos cotidianos y que es urgente mirarlas, aprender de ellas y tratar de fomentarlas y replicarlas. Los más de 2.500 kilómetros serán atravesados por Ana y Edurne en sus bicicletas con alforjas cargadas con todo lo necesario para estar rodando cuatro meses y medio. En su recorrido, recopilarán experiencias diversas sobre agricultura, música, ganadería, saberes tradicionales, etc... Y especialmente pondrán en valor el trabajo de las personas que hay detrás de esos proyectos, enseñándonos desde emisoras de radio hasta obradores de pan.

“En un principio nos planteamos tres meses y 30 iniciativas pero nos hemos encontrado con más de cien, por eso hemos ampliado el proyecto”, afirma Santiadrián, doctoranda en Ingeniería Química y Medio Ambiente. “Los protagonistas son las personas que están en el territorio trabajando y que son las que ofrecen esos productos de calidad sostenibles y las que mantienen el mundo rural vivo. La mayor parte de los proyectos están vinculados a la comida ya que uno de nuestros lemas es la alimentación como motor de cambio, pero algunos otros también incluyen cuestiones como la gestión o dinamización del territorio y hasta albergues de cicloturismo rural. Porque donde hay alimento hay vida y en torno a la alimentación ecológica y saludable se han creado otras alternativas maravillosas”, concluye Santidrián con entusiasmo.