parís - El arma artífice de una de las muertes más misteriosas de la historia del arte, la de Vincent Van Gogh, se expone estos días en París -donde será subastada hoy- como testigo mudo del supuesto suicidio del genio holandés. El arma, un revólver Lefaucheux, fue encontrada hacia 1960 por el cultivador del campo donde supuestamente Van Gogh se suicidó y se estima que será vendida por entre 40.000 y 60.000 euros. Grégoire Veyres, responsable de la puja de la parisina casa Drouot, explicó a EFE las pistas que indican que efectivamente es el arma que puso fin a la vida del artista. El calibre del revólver, de 7 milímetros, se corresponde con el de la bala encontrada en el cuerpo de Van Gogh. El gatillo está en posición abierta, lo que significa que acababa de ser disparada. Además, el mal estado del Lefaucheux se explica por haber permanecido bajo tierra entre 50 y 80 años, lo que correspondería al año 1890.

El arte de Van Gogh estuvo fuertemente marcado por el impresionismo, aunque nunca respetó sus códigos. Su obra no quiso adherirse a ningún movimiento. Su genialidad fue de la mano de su inestabilidad y los períodos de mayor creación se sucedieron a su más famoso ataque de locura. En 1888, tras un fuerte discusión con Paul Gauguin, Van Gogh se cortó una oreja (otras teorías dicen que fue el francés quien se la seccionó). Fue ese mismo año cuando ingresó en un psiquiátrico después de este incidente y, durante el año que duró su estancia, pintó algunas de sus mejores obras de arte, caracterizadas por los motivos en espiral, al estilo de La noche estrellada. Van Gogh sale del psiquiátrico en mayo del 1890, cuando se instala en un albergue en Auvers-sur-Oise. Es allí donde, meses más tarde, a los 37 años, pierde la vida. En esta época previa a su muerte está en el apogeo de su arte y pinta más de un cuadro por día, pero su inestabilidad mental se acentúa. El domingo 27 de julio de 1890, se dirige a un campo cerca de donde se hospeda y se dispara en el pecho con un arma que cogió a su anfitrión. El revólver se le cae de las manos y se desmaya. Despierta al anochecer gravemente herido y regresa al albergue donde, tras dos días de agonía, muere la noche del 29 de julio.

Pero la historia de la muerte de uno de los artistas más importantes de la historia del arte se vio alterada por el relato de su última biografía. Van Gogh: la vida fue escrita en 2011 por los estadounidenses Steven Naifeh y Gregory White Smith y tiraba por tierra la teoría del prototipo de artista atormentado que acaba quitándose la vida. Según ellos, Van Gogh fue víctima de un homicidio imprudente. Una bala disparada por un adolescente conocido suyo habría acabado por error impactando en su pecho. Van Gogh, tratando de salvar al muchacho de la cárcel, dijo haber querido suicidarse. Una teoría que alimenta aún más la leyenda del artista maldito y la del viejo revólver oxidado.