A primera vez que Federico Ezquerra montó en una bicicleta se cayó al río con el traje que acababa de estrenar. Es lo que bien pudiera llamarse una premonición a la inversa, si se tiene en cuenta que Federico hizo nombre y justa fama en el pelotón de los inolvidables con uno de esos sobrenombres cargados de épica tan al uso: el Águila del Galibier.

Vayamos a los orígenes. El hijo de Nicanor y de Felicidad y hermano de Arturo, también ciclista, jugaba en su infancia al fútbol en el Estrella de interior derecha, pero una lesión de tobillo hizo que su padre le prohibiese seguir jugando.

Sobre los pedales, pese al porrazó inicial, ganó su primera carrera con 15 años y a los 17 se proclamó campeón de Bizkaia. Su primera victoria importante con los profesionales fue la Vuelta a Levante de 1931. Tenía 22 años e iba para figura, como demostró al ganar siete carreras al año siguiente, contándose entre ellas el prestigioso Gran Premio Bizkaia.

No obstante, aún el ciclismo no le daba sustento, por lo que continuó trabajando en la fábrica de hilaturas de Sodupe. Sin embargo, al año siguiente, Ezquerra siguió acumulando un buen número de victorias como la primera Subida a Santo Domingo y el Campeonato de España de medio fondo, disputado en la modalidad contrarreloj, y también el Gran Premio de Bizkaia que volvió a repetir en 1935.

En 1934 ganó la Vuelta a Galicia y el Gran Premio de Torrelavega, debutando ese año en el Tour de Francia, impresionando a todo el pelotón por su facilidad en la escalada, no en vano pasó en cabeza por el Ballón d'Alsace y coronó primero el Galibier, en un tiempo récord de una hora y cincuenta y ocho minutos y medio. Tamaña demostración de fortaleza le valió el sobrenombre de El Águila del Galibier, en ajustada expresión del organizador de la carrera, Henri Desgrange.

Para su desgracia, más adelante se clavó una espina de pescado en el carrillo, sufriendo una infección que le dejó sin fuerzas para luchar por el reinado de la montaña, clasificación a la que podría haber optado con garantías de éxito. Volvió al Tour de Francia al año siguiente, pero no pudo terminarlo. Reincidió en 1936 y ganó la etapa Niza-Cannes un 18 de julio, el mismo día en que en España comenzaba la Guerra Civil.

Un 13 de julio de 1944, en un accidente en la Vuelta a Cantabria, se rompió el maxilar y dos costillas. Hospitalizado durante un año, decidió abandonar el ciclismo, dedicándose por completo a la tienda de bicicletas que poseía en Alameda de Recalde. Ahí mantuvo el nombre y buena fama hasta su muerte, en 1986.

Protagonista: Federico Ezquerra.

Gesta: Está considerado como el primer gran ciclista vasco de la historia, ya que obtuvo nada menos que 87 victorias a lo largo de 19 temporadas de carrera como ciclista. Fue un buen escalador y marcó un hito para la época al batir el récord de la ascensión al Galibier, lo que le dio un merecido renombre.