cUANDO la forma inglesa selfie empieza a ser sustituida por la adaptación selfi o autofoto para referirnos a las fotografías que sacamos de uno mismo, solo o en compañía de otros, normalmente con nuestro teléfono móvil, quiere decir que hemos pasado de una simple moda a algo que ha venido para quedarse con nosotros. El primer móvil que tuve con la opción de poder sacar selfis no tenía una cámara trasera y otra frontal. En su única lente disponía de un pequeño espejo de forma convexa que tardé tiempo en saber para qué estaba allí. La cámara delantera, que se diseñó para realizar videoconferencias, con una resolución mucho más baja que la trasera, ha dado paso a los móviles de doble lente que permiten jugar con la profundidad de campo, lo que permite unos selfis totalmente profesionales.

Vemos estudios en los que se habla de obsesión por los selfis e incluso de una enfermedad mental que lleva a las personas a estar constantemente sacándose autorretratos. Pero no es más que otra de las consecuencias de tener acceso a una tecnología que antes no nos permitía más que treinta y seis fotos en papel y de la sobreexposición que las redes sociales han provocado en las nuevas generaciones. Hay que dar con la foto perfecta y si tenemos que disparar el móvil 100 veces, lo hacemos. Lo peor es que cada verano escuchamos noticias sobre accidentes o muertos por culpa de tratar de obtener el selfi más original o lleno de riesgo.

consejos Si quieres triunfar con los mejores selfis vamos a darte algunos consejos que puedas utilizar durante estas vacaciones. Los tres mandamientos para tener el selfi perfecto son la iluminación, la composición o encuadre y la postura.

Si eres aficionado a la fotografía, siempre habrás luchado para obtener la mejor luz con el sol, la lluvia, las farolas o las fluorescentes de la cocina; la luz lo es todo. En el caso de los selfis tenemos que lograr una luz suave y la manera más fácil de lograrlo es aprovechar la luz indirecta de las ventanas durante el día. Dentro de nuestra casa tienes que intentar prescindir de la luz artificial. En la calle la mejor luz la tenemos cuando está nublado y ten mucho cuidado con las gafas de sol, muchas veces dan reflejos que estropean nuestras fotografías.

Las reglas de composición y enmarcado pueden llenar varios volúmenes y muchas de ellas son tan difíciles de seguir que nunca las tendríamos en cuenta para sacar un selfi. La única que vamos a seguir es la de los tres tercios. Tienes que dividir la pantalla de tu smartphone en un mosaico de 3x3 cuadros. Algunos teléfonos incluyen la posibilidad de tener esta cuadrícula superpuesta en la pantalla, si es así utilízala. Posiciónate en la columna que quieras y calcula la cantidad de paisaje de fondo que quieras lograr. Tu cabeza no puede estar nunca dentro de la última fila y ten mucho cuidado con cortar codos, caderas, rodillas y hombros.

Y ya solo falta dar con la postura adecuada. Por supuesto el selfi de la cuadrilla en la última verbena no cumplirá con ninguno de estos consejos, pero si buscas el selfi perfecto para tu Instagram la postura es importante. La altura ideal de la cámara es a la altura de los ojos, olvídate ya de subir el brazo lo máximo posible para evitar el efecto de barbilla gordita. En su lugar inclina la cabeza hacia arriba y coloca la barbilla y la frente hacia la cámara.

De esta forma los sistemas de Inteligencia Artificial que llevan las cámaras se centraran en mejorar todos tus rasgos faciales.

@juandelaherran