Nerea Alias comenzó ante las cámaras en Betizu cuando solo tenía 19 años. Desde entonces ha recorrido un largo camino, hasta situarse de nuevo ante los espectadores en el programa Esto no es normal. La presentadora dice que se siente igual de cómoda en una redacción como ejerciendo de coordinadora o directora. Le gusta asumir retos y vivir experiencias, aunque éstas sean deportes de riesgo.

Ha pasado mucho tiempo desde que la vimos por primera vez en Betizu

Y tanto. Ha pasado mucho tiempo y han pasado muchas cosas. Hace poco, en un programa al que fui, me pusieron imágenes de entonces. Tengo que reconocer que me emociona recordar. Tenía 19 años y Betizu supuso el principio, comenzar a aprender sobre lo que hoy es mi profesión.

¿Cómo llegó a estar en la programación infantil de ETB, en Betizu

De casualidad. Es incluso difícil de explicar. Muchos me han dicho: Nerea, tienes una flor en el culo. Estaba en el momento justo y en el lugar en el que debía estar para que surgiera esa oportunidad. Entonces trabajaba en una cervecería en Ibarra y me hicieron una prueba, me vieron, necesitaban una presentadora y hubo una convocatoria a un casting. Les debí gustar y me pusieron a presentar en directo un programa infantil.

Que sería difícil de entender y digerir.

Es que yo era muy joven, solo tenía 19 años, y fue un poco locura, pero también la puerta que me abrió a una serie de oportunidades que nunca había pensado que pudiera tener ante mí. Intenté aprovechar al máximo esas oportunidades y creo que si todavía estoy en ello, es por algo.

¿Había pensado dedicarse a la televisión antes de estar en Betizu

En la ikastola, cuando se organizaban eventos, teatro y otras cosas, allí estaba yo para lo que hiciera falta. Siempre he sido muy abierta y muy teatrera, buscaba ser la protagonista de cualquier momento. Así que sí, yo ya apuntaba maneras en ese sentido, pero no tanto como para pensar que quería dedicarme al mundo de la televisión o del teatro. Eso no lo tenía tan claro, aunque me rondaba por la cabeza el dedicarme a ello, pero lo de presentadora de televisión no era algo que estuviera en mis planes.

Así que su profesión la determinó la suerte.

Sí, y soy muy consciente de la suerte que he tenido, pero algo habré tenido que ver yo, porque he trabajado y me lo he currado. Llevo trabajando 18 años, he trabajado de reportera, de redactora, de coordinadora, de directora, de presentadora... He hecho de todo o casi de todo. De una forma u otra nunca me he desvinculado del mundo de la televisión. Desde que empecé he tenido muy claro que me quería dedicar a hacer tele.

¿Le gusta alguna faceta más que otra?

Estoy cómoda en todas. Lo que he hecho es trabajar duro y buscarme la oportunidad de estar en televisión en todas las formas en que me fuera posible en un momento dado.

¿Qué es lo último que había hecho hasta llegar a Esto no es normal

Durante el último curso fui redactora de Esto no es normal. He estado en la sección de búsqueda, en la coordinación de concursantes, y ahora estoy de cara a los espectadores.

¿Cómo surgió la idea de que fuera usted la presentadora del concurso?

Pienso que ha sido una transacción natural. Estaba trabajando de redactora y se necesitaba una presentadora. Me llamaron en verano, cuando estaba de vacaciones. Debieron pensar que yo era una opción factible.

Porque además de estar en la redacción del programa, tenía experiencia como presentadora.

Supongo que fue un conjunto de circunstancias lo que hizo que hoy esté aquí. Ya había trabajado de cara al público y conocía la mecánica del programa, así que pensaron que podía ser una buena opción.

¿Y qué se considera usted?

De todo: presentadora, redactora, coordinadora... Me gusta todo. Me siento cómoda, muy cómoda, trabajando en televisión. Pienso, igual que otros compañeros, que estoy capacitada para hacer distintas labores.

¿Se siente igual de cómoda siendo la presentadora como de redactora de Esto no es normal

Sí, y además lo tengo más fácil porque no entro de nuevas al programa. Estoy muy cómoda y muy contenta de volver a colocarme al otro lado de la cámara. No es algo antinatural para mí, sino algo fácil. Conozco muy bien el concurso y el tiempo que llevo en él como presentadora, que es poco aún, y me está pareciendo todo un regalo.

Ha trabajado con niños y con adultos. ¿Qué le resulta más sencillo?

Desde pequeña adoro a los niños. Una espinita que tengo clavada es no haber trabajado en una guardería, porque siempre me ha gustado el trato con los niños. Es muy fácil hacer programas con ellos. Son muy sinceros, aunque es verdad que no es fácil contentarlos porque son muy exigentes, pero al mismo tiempo muy agradecidos. Son un amor y te lo dan todo. Tienen tanta ilusión que es muy sencillo que te lleguen al corazón. Nunca resultan decepcionantes.

¿Son más decepcionantes los adultos?

Ja, ja, ja... Tampoco. Lo he pasado muy bien haciendo programas para adultos y tratando con ellos en los programas. No puedo elegir entre un público y otro. En cada época he tenido mi momento. Por suerte he ido evolucionando y cambiando de registro. Empecé con niños muy txikis, después pasé a adolescentes, jóvenes, y ahora trabajo con adultos. Ha sido una evolución; en cada momento, lo suyo. Tengo una niña de nueve años. ¡Qué voy a decir! Pues que me gustan los niños, los míos y los de los demás.

Y también ha hecho sus pinitos como actriz.

Lo bueno que tiene trabajar en este medio, y sobre todo en ETB, es que conoces a mucha gente. Puedes participar en proyectos diferentes en el transcurso de tu vida laboral. El director de Balbemendi tenía claro que el primer capítulo quería que lo protagonizáramos Iban Garate y yo, y no lo dudé cuando me lo propusieron. Hay pocas cosas a las que diga que no.

¿Le gusta el riesgo?

Sí. Soy una tía bastante lanzada a la que le encanta probar experiencias, y no quedarme con esa cosa de: Ay, si lo hubiera hecho... Cuando te ofrecen cosas interesantes creo que tienes poco que perder. Hay que arriesgarse y probar un poco de todo. Me gustó hacer de actriz, aunque es muy duro, pero si me ofrecieran algún otro personaje también lo haría. Es que me van los retos.

¿Y cuáles asume sin miedo al riesgo?

En lo profesional, todos. No me corto. Y cuando me han invitado a un programa y me han dicho para hacer puenting, parapente, windsurf... pues adelante. Gracias a la televisión he vivido experiencias que cualquier otra persona no puede vivir. He podido hacer actividades poco comunes, desde interpretar a cualquier tipo de deporte de riesgo.

¿Qué tiene a la vista para el futuro?

Ahora mismo, nada. Acabamos de empezar la temporada y estoy muy centrada en Esto no es normal, aunque también es verdad que no me han ofrecido ningún otro proyecto. Además, quiero aprovechar esta oportunidad, que para mí es única. Disfruto mucho de mi trabajo y del tiempo libre que tengo. Voy a disfrutar el momento.

PersonalEdad: 37 años (2 de enero de 1984).

Lugar de nacimiento: Donostia.

Trayectoria: Estuvo al frente como presentadora del primer club infantil de ETB, Betizu. A veces delante de la cámara y otras detrás, nunca se ha apartado de la televisión. Tras el programa de niños en el que descubrió cuál iba a ser su profesión, estuvo en Egin kantu!, Sut&Blai, Euskal Herria zuzenean, Kantugiro, De lo bueno lo mejor, Gure kasa y ahora Esto no es normal. En su día también aceptó un personaje en el primer capítulo de la serie de ETB-1 Balbemendi. Es una persona multitarea que siempre ha trabajado en el entorno de Euskal Telebista y ha realizado labores de redactora, coordinadora y directora.