De la mano de Dani Álvarez vamos a entrar en la vida de personas interesantes. Su programa El día de mañana, comienza el miércoles en ETB-2 y tendremos la oportunidad de conocer a personajes tan interesantes como diversos.

¿Cómo surge 'El día de mañana', un programa de entrevistas a la vieja usanza?

—Es una buena forma de definirlo, a la vieja usanza. Es lo que nos ha encargado la casa. Diciéndolo de una forma ampulosa, crear una marca de prestigio. Un programa que ya no existe en la televisión o se encuentran en lugares muy esquinados. Son espacios en los que la gente tiene todavía oportunidad de hablar con calma y contando historias.

¿Un proceso laborioso?

—Bastante. Hay que encontrar gente que tenga cosas que decir y que tengan tiempo para contarlo. Además, el proceso de producción ha estado marcado por la pandemia. Hemos estado confinados en nuestros municipios y viajar era muy difícil. Las tasas de incidencia eran muy altas, no solo aquí, en toda Europa. Con ese panorama era difícil que la gente te diera horas y horas de entrevista en espacios de confianza. Es lo que obligaba el programa, detrás de cada invitado hay muchas horas de grabación. El programa surge a trompicones pero con la vocación de encontrar gente del país, viva donde viva, que pueda aportar historias y trayectorias interesantes.

Nace en verano, pero ¿tiene vocación de continuidad?

—Esperamos que sí. Ahora tenemos ocho personajes, pero hay otra gente que ahora no entra por temas de fechas, pero que serían muy bien acogidos por el público de Euskal Telebista. Así que sí, espero que sea un programa con continuidad y con vocación de permanencia durante un tiempo.

¿Qué ocho personajes van a estar en verano con los espectadores de ETB-2?

—Creo que nos ha quedado una terna variada y equilibrada. Hay gente del ámbito del deporte, de la creación, de la política; gente de aquí y gente de fuera. Estoy contento, aunque ha sido un proceso de elaboración metido en turbulencias. El deporte va a estar representado por Edurne Pasaban y Ernesto Valverde.

¿Y cómo son ellos en el plano más personal y más íntimo?

—A Edurne Pasaban la conoce todo el mundo. Sabemos cuáles son sus hitos en la montaña, también sabemos de sus experiencias personales. Pero la vamos a ver de una forma que ella nunca se ha mostrado en televisión. Hay un desnudo integral de todas sus facetas en la vida. Nos presenta a su familia y cuenta cosas de una manera que nunca la habíamos escuchado. Ernesto Valverde ha sido noticia por la publicación de su libro de fotografía. Nuestra entrevista con él, va mucho más allá de la fotografía...

Supongo que el Athletic es uno de los punto fuertes.

—Por supuesto, hablamos del Athletic, hablamos también del Barça, de su etapa en Grecia... Hablamos prácticamente de todo. Es un tipo más bien tímido y creo que su paso va a generar bastante interés. También estoy muy contento con la entrevista de Gabriel Rufián.

Un tipo que despierta pasiones de todo tipo.

—Efectivamente. Rufián es un diputado y una pieza clave del independentismo catalán de hoy. Está dando un giro en la personalidad que todos creemos que tiene. Va a sorprender y nos deja alguna perlita del Rufián clásico. Nos va a decir muchas cosas de la hoja de ruta de Catalunya. También en clave política, hacemos un programa internacional sobre la ultraderecha en Francia, en Italia, en España... Hablaremos en la comarca donde más empieza a crecer, es la ribera de Navarra. Allí, en las generales, sacó entre el 10% y el 15% de los votos. Buscamos en cada uno de los lugares de los que hablamos cuál es el motor que impulsa el crecimiento de la ultraderecha.

También se han ido hasta Alemania en busca de Fernando Aramburu.

—Es el autor de Patria. El 25 de agosto saca un nuevo libro. Hablaremos del fenómeno Patria y cuánto ha dado de sí. Entramos muy a fondo con lo que es el autor. También le dedicamos un programa a Joaquín Achucarro. Este año se cumplen 75 años debut. Tiene 88 años, ahora se hablan de las pensiones. Ha gente que tiene 25 años menos y está haciendo cuentas para jubilarse, el continúa dando conciertos y ensaya entre cuatro y seis horas cada día. Me parece un caso muy fascinante. Es increíble.

También hace un guiño al mundo de la moda.

—Sí. Tenemos una entrevista muy personal con Miren Arzallus, directora del Museo de la Moda de París. Nos ha metido en las tripas del Museo y luego hemos hablado mucho de su aita, de Xabier Arzallus. Esta es una entrevista con mucha emoción y mucho contenido. Esto es lo que tenemos para los ocho primeros programas de El día de mañana.

¿Qué hace un hombre de la radio en televisión?

—Trasladamos en cierta forma el modelo de la radio a la televisión. La radio, junto con la prensa, es el único medio en el que todavía podemos hacer conversaciones a fondo. Algo de eso hay en este programa. Creo que es un programa con muchos recursos y que está muy cuidado. Hemos viajado mucho, todo ha sido muy laborioso. Buscamos diferentes escenarios. Buscamos también que los protagonistas estén acompañado de gente conocida, de su familia, de sus amigos... Hay mucha videoteca, mucho archivo y es un programa muy cuidado. Lo que la radio tiene, minutos y minutos para hablar, ahora lo llevamos a la televisión.

Resumiendo, un lujo para cualquier periodista, pero que no está al alcance de todos como experiencia.

—Totalmente de acuerdo en todo. Es un lujo...

Sobre todo si consideramos unos tiempos con una información de impacto más que de fondo y de usar y tirar.

—Para mí, sin duda, es un lujo. He disfrutado mucho. Es un lujo y nos ha costado mucho cada uno de los programas. Quiero reconocer y agradecer las facilidades que nos han dado todos los invitados. Tienes la posibilidad de preguntar sobre cualquier tema. No hay muchos espacios donde puedas ver a la gente así.

¿En qué punto se encuentra la radio en su vida?

—Sigue siendo una prioridad, sigo como jefe de informativos en Radio Euskadi y dirigiendo el informativo de las 13.00 horas...

Pero más relajado que 'Boulevard', ¿no?

—Bueno, no es el trasatlántico que era Boulevard. En eso estoy de acuerdo. Pero tiene mucha importancia porque ese informativo es la balanza que lleva la información desde la mañana a la tarde y también a la noche. Es el momento en el que más actividad informativa hay. Para mí es una gran prioridad. He tratado de cuidar al máximo El día de mañana, pero en la radio sigo y ahí voy a continuar.

Usted habla de 'El día de mañana' y Gabilondo de 'Cuando yo no esté'.

¿El futuro es lo importante?

—Podría ser algo parecido. Compararme con Iñaki Gabilondo es muy fuerte, él me lleva galaxias de distancia. Lo del título tiene un punto de casual que tienen muchas veces los proyectos. El día de mañana lo pusimos a un especial que nos encargó la televisión cuando se cumplió un año del confinamiento. Tenía que ver con la pandemia, pero era una mirada al futuro, ya hacia la pospandemia. Es la etapa que estamos transitar ahora con tanta dificultades.

¿Tiene algo que ver con lo que ha hecho usted en el programa y con lo que estamos viviendo?

—Hemos decidido quedarnos con ese título porque en ninguno de los ocho capítulos la pandemia es lo central. Hablamos de otras cosas, hablamos de otros temas.

Pero la pandemia parece que está ahí, que se resiste a irse.

—Igual mi instinto me engaña. Pero me parece que la sociedad ya está harta y está con ganas de hablar de otras cosas y que no estemos hablando siempre del virus. Es presente, pero también es mirada hacia delante. Hay que hablar de temas que nos interesen, que nos apasionen y que no tengan tanto que ver con la situación que hemos vivido y que todavía en cierta forma nos afecta.

Mucho tiempo en Euskadi, ¿no? Usted vino a estudiar periodismo y se quedó.

—Vine con 18 años y ahora tengo 42. Más años aquí que en Galicia...

25 años, un cuarto de siglo. ¿Vino a Euskadi con vocación de quedarse o era en principio un viaje de ida y vuelta?

—Tenía ganas de venir, este país me atraía mucho. Realmente, no vine con vocación de quedarme. Pero tardé dos años en tomar la decisión...

¿Vio su futuro más claro en Euskadi que en Galicia?

—No exactamente. También ha habido posibilidades profesionales en Galicia. Pero en ningún momento me he planteado volver. Mis hijos han nacido aquí y considero que este es mi lugar. Mantengo el vínculo sentimental Galicia, mi lugar de nacimiento...

Habla euskera. Ha comentado que una motivación fue la música.

—Fue una de ellas. Siempre tuve claro que el euskera era una apuesta que debía ganar y en la que debía implicarme. Suelo decir que mi meta no es tener un título, es comprender, aunque una cosa te lleva a otra.

"Tenía ganas de venir a Euskadi, este país me atraía mucho, pero no vine con vocación de quedarme"

"El proyecto de 'El día de mañana' ha sido muy laborioso, pero estoy muy contento con el programa"

"La radio es una prioridad en mi vida. Sigo siendo el jefe de informativos de Radio Euskadi"