nunca se ha escrito y hablado tanto de este programa como en el último mes. Mientras muchos gritaban y clamaban por su desaparición, cerca del 40% de la audiencia televisiva acompañaba gala tras gala al programa. También han crecido en espectadores los espacios satélites que le rodean. El jueves dijo adiós Gran Hermano Vip. Ganó Adara, una concursante que ha dado mucho que hablar en las redes sociales y dentro del propio reality. Pero hubiera sido igual que el vencedor o vencedora hubiera sido cualquiera de los que participan en este circo ahora tocado de muerte por una agresión sexual ocurrida hace dos años.

Petición fiscal A la par que saltaban las fotos de la última gala, también lo hacía otra noticia: la fiscalía de Madrid pide dos años y medio de cárcel para José María López, acusado de haber abusado sexualmente de Carlota Prado. Ambos participaban en la edición de anónimos de 2017. La historia se ha contado sobradamente durante los últimos 30 días. Los anunciantes fueron sucumbiendo a la presión de las redes sociales, no por iniciativa propia, y la edición de la versión vip se vio salpicada y también abandonada por las marcas que la patrocinaban y que lo han hecho durante muchos años. El programa quedó desde el principio tocado en su parte económica, pero no en lo relativo a audiencias. Si el año pasado fue un éxito, éste ha batido récords y la última gala ha superado el 38%. Pero también es cierto que desprende cierto olor a despedida y, que todo hace suponer, que la era de esta marca ha terminado. Eso no quiere decir que otros no continúen.

6.000 euros La petición de la fiscalía madrileña es un nuevo jarro de agua fría para la productora y para Telecinco que, por cierto, sale totalmente indemne de todo lo ocurrido en 2017. Además de la petición de cárcel, una petición muy benevolente a priori, se piden dos indemnizaciones también muy suaves y de igual cuantía: 6.000 euros al acusado de la agresión y también a la productora. Al primero le condenan a pagar por daños morales. A Zeppelin, por haber haberle mostrado a Carlota Prado el vídeo que se grabó mientras se producía la agresión. Ella pidió no ver el vídeo, a lo que los responsables hicieron caso omiso y la obligaron a continuar con el visionado sin ningún tipo de ayuda psicológica.

denegación de auxilio Por lo que no se ha pedido ningún tipo de pena ni indemnización a la productora es por denegación de auxilio cuando se percataron de lo que estaba ocurriendo. La jueza de instrucción que se hizo cargo del caso cuando la productora acudió la policía 24 horas después ha señalado que la concursante se negó de palabra y con gestos a mantener relaciones sexuales con su compañero de reality.

Zeppelin pidió disculpas a la joven cuando los anunciantes empezaron a marcharse. Entonaron un mea culpa muy particular y reconocieron que no habían gestionado bien la situación. Pero estas disculpas llegaron dos años después. A Telecinco, por su parte, le preocupaba más la repercusión económica. Sabía que tenía la audiencia garantizada para llegar al final del reality que estaba emitiendo. Y no se han equivocado, pero que les tocaran la caja registradora era otra cuestión. A pesar de que se pusieron en contacto con los anunciantes, éstos estaban atados de pies y manos. Su marcas habían sido señaladas y eran conscientes de que no podían volver, al menos de momento.

Así que Vasile, en compañía de Zeppelin, puso toda la carne en el asador para que las últimas galas de GH Vip brillaran, aunque solo fuera por audiencia. El resultado final es que hay una concursante, Adara que ganó, que sale con pareja sentimental de su aventura y que parece que este cuento se acabó. De momento, no habrá Gran Hermano Dúo y hay muchas dudas de que la marca GH se mantenga en pie.

Este programa suele exprimir el jugo a sus participantes, les hace ir de programa en programa del grupo y pone en jaque a los familiares. Cuando alguien acepta, debe ser consciente de que todos los trapos sucios van a desgranarse delante de miles y miles de espectadores. Y si no les basta con los de los concursantes, rebuscarán hasta dar con un historia morbosa para sacar los colores a cualquiera que caiga en las redes de este tipo de espacios.