Disney sigue recuperando sus clásicos de animación con una nueva versión de Aladdin. Los míticos personajes del filme de 1992 ahora cobran vida en este remake de acción real dirigido por Guy Ritchie y protagonizado por Naomi Scott y Mena Massoud como Jasmine y Aladdin y con Will Smith encarnando al divertido Genio. La película, que llega hoy a los cines españoles , reimagina la historia de la ciudad ficticia de Agrabah, convirtiéndose en un ejemplo de diversidad étnica e incluyendo un giro feminista para la princesa protagonista. “Una de las novedades más brillantes de esta versión es la idea de que la princesa Jasmine quiere gobernar”, aseguró Will Smith durante la presentación del filme en Londres, antes de su estreno en salas. “Esta nueva trama era una forma delicada y fantástica de introducir un elemento moderno en este personaje”, explicó el actor, quien sentenció que “es ridículo que una mujer no pueda ser sultana”. Aladdin es un joven pobre a la vez que soñador que sueña con poder casarse algún día con la princesa Jasmine. Un día, el villano Jafar le pide que se introduzca dentro de las Cuevas de las Maravillas con el fin de recuperar una lámpara mágica que se encuentra ahí entre diversos tesoros. Su suerte parece mejorar a partir de ese momento. Dentro de la lámpara se esconde un genio mágico que, después de ser liberado por Aladdín, le concede a este tres deseos por haberle salvado.

canciones El remake incluye una canción inédita titulada Speechless e interpretada por Jasmine, una llamada de atención de la princesa que reclama el liderazgo y que para Smith supone “la seña de identidad de esta nueva versión”. “Cuando grabamos la canción estaban pasando muchas cosas en el mundo, parecía pertinente”, contó Naomi Scott sobre el reivindicativo tema, compuesto por Alan Menken, autor de la banda sonora original de 1992, en pleno auge del #MeToo. Menken está detrás de uno de los himnos Aladdin, No hay un genio tan genial que, como era de esperar, no falta en el remake. “Esa canción me enseñó que podía hacer un Genio nostálgico pero a la vez nuevo”, relató Smith. El protagonista de películas como Siete almas o Soy leyenda confesó estar “preocupado por dejar su huella en la película”, todo un reto a la luz del memorable trabajo de Robin Williams como voz del Genio en la cinta de animación. “Son papeles que no quieres hacer porque no hay margen de mejora”, dijo Smith alabando al fallecido Williams y agregando que fue la presencia de Ritchie lo que le animó a aceptar el reto. “Es una película que marcó infancias. Quería hacer un homenaje a Robin, algo con lo que la gente conectara pero dándole un nuevo sabor”, añadió el actor, para quien Aladdin supone su “resurgimiento tras dos años” alejado de la interpretación.

Esa pegadiza canción es el primer contacto del Genio con Aladdin, encarnado por Mena Massoud. Nacido en Egipto, el joven reivindica que el filme “representa el nuevo Hollywood, en el que la diversidad étnica puede ser protagonista”. Un objetivo que Ritchie tenía en mente desde el principio: crear “una Agrabah multicultural y representativa”, algo que también refleja su reparto. Para dibujar esta diversa Agrabah, completan el reparto Marwan Kenzari, actor holandés de ascendencia tunecina que da vida a Jafar; y los iraníes Nasim Pedrad y Navid Negahban como Dalia y el Sultán respectivamente.