BARCELONA. El festival DocsBarcelona realizará mañana una proyección en primicia del primer capítulo de la serie, una crónica desde que el día 13 de noviembre de 1992 desaparecieron las adolescentes Míriam García, Toñi Gómez y Desirée Hernández, hasta que se encontraron sus cadáveres, el 27 de enero de 1993, el juicio celebrado en 1997 y las repercusiones de aquel crimen en la actualidad.

En un encuentro con periodistas, Campos, productor ejecutivo de Bambú Producciones, y Siminiani, que ya trabajaron juntos en "El caso Asunta", han dicho este lunes que se trata de la primera serie documental original de Netflix en España, con la que "no queremos incidir en el dolor de nadie" sino "hacer una crónica de todo lo sucedido, una parte de la cual es suceso criminal y hay otra parte muy importante sobre cómo los medios de comunicación afrontaron aquellos hechos".

Para Campos, el caso "ha provocado muchas heridas a lo largo del tiempo y muchas de ellas todavía no están lo suficientemente cerradas".

Para los dos responsables de la serie, con cinco capítulos de una hora de duración cada uno, "hay una conciencia clara de que aquello marcó un antes y un después, que fue el principio de una forma nueva de abordar en España los sucesos y la crónica negra".

La serie destaca, según Elias León Siminiani, por ofrecer material inédito, esencialmente, de muchos testimonios de personas que no han hablado nunca, "pero tenemos algo que es como el faro de los diferentes capítulos, el juicio de 1997".

El juicio fue grabado por varias cámaras y, tras un año de pesquisas, han conseguido las 400 horas grabadas, que permiten "escuchar a Miguel Ricart, uno de los detenidos, o ver el pulso de los forenses en el propio juicio, que es de una exhaustividad bestial y que despeja muchas incógnitas".

"Lo que no hacemos en la serie -han destacado- es decir si el crimen sucedió así, aunque gracias al juicio se explican muchas cosas. Ponemos ante el espectador las pruebas que nosotros hemos encontrado y, como ya hicimos en 'El caso Asunta', decimos al espectador, 'Decide tú con las pruebas que hemos encontrado'".

Con más de un año y medio de trabajo sobre el terreno, lo primero que hicieron fue contactar con las tres familias afectadas porque "era importantísimo que entendieran lo que nosotros queríamos hacer" en una serie en la que no hay "recreaciones, ni se muestran imágenes que puedan hacer daño, en la medida de lo posible".

La intención, según Siminiani, "ha sido aunar periodismo, investigación y cine" respecto a unos hechos ocurridos en un momento en el que España "despegaba internacionalmente", tras los Juegos Olímpicos de Barcelona o la Expo de Sevilla, pero en la que "la medicina legal estaba arrancando, siendo la primera vez en la que se hacía una prueba de ADN, que costaba un millón y medio de pesetas".

Sin querer destripar nada de lo que ocurre en los episodios finales, los creadores de la serie indican que "hay cosas inexplicables, no sencillas de explicar, no resueltas, pero en todo caso criminal las hay".

Especialmente, porque del principal sospechoso, Antonio Anglés, se desconoce su paradero. "Este hecho -apunta Campos- es una válvula abierta para la conspiración eterna".

Con un total de 228 horas de entrevistas, contactos con 160 personas, el primer capítulo de la serie arranca con una llamada de Toñi la tarde de su desaparición a la radio local de Alcàsser en la que dedica la canción "Major Tom", de Peter Schilling, a algunas de sus amigas, entre ellas Miriam y Desirée.

También hay imágenes -compradas a Telecinco, Antena 3 y Televisión Española- que no dejan indiferente sobre los programas televisivos de aquellos días, de Paco Lobatón o Nieves Herrero, con el primero apareciendo en la actualidad y explicándose sobre qué hizo entonces, mientras que la periodista ha declinado su participación en la serie.