uCRANIA renuncia a participar en el festival de Eurovisión, cuya próxima edición se celebra en mayo en Israel, según anunció la Radiotelevisión Nacional Pública de Ucrania (NOTU). “La NOTU renuncia a participar en el festival internacional de la canción de Eurovisión 2019”, señaló el comunicado de la compañía. Ucrania tomó esa decisión después de que la ganadora del concurso nacional, Maruv, renunciara el lunes a representar al país por presiones políticas, decisión secundada el martes y miércoles por la segunda y tercera clasificadas, y también por el cuarto. Estas renuncias en cadena dejaron sin respuesta a la NOTU, que reconoció en su nota oficial que podía haber elegido a un cantante que no hubiera participado en el concurso nacional, pero que habría sido una falta de respeto hacia los telespectadores que participaron el sábado en la votación nacional. La compañía no llegó a consultar al quinto clasificado, Yuko, grupo que recibió antes del concurso el respaldo público del presidente ucraniano, Petró Poroshenko. En su defensa, NOTU denunció los “lazos de los artistas con la industria del espectáculo en el territorio del Estado agresor -en referencia a la vecina Rusia-, que en el quinto año de conflicto siguen siendo muy estrechos”. “Para una parte de la sociedad eso es aceptable. Para el resto es algo que causa indignación y desagrado”, explicó.

“¿Crimea es Ucrania?”, era la pregunta que todo concursante debía responder si quería representar a Ucrania en Eurovisión. Pero no era suficiente, ya que también debía renunciar a actuar en Rusia y defender la política del Gobierno ucraniano ante la prensa internacional. “Sí, es Ucrania”, respondió Maruv, ganadora del concurso en el que se elegía al representante ucraniano que actuará en mayo en Tel Aviv. Maruv (Anna Korsun), que actuó en 2018 en el programa de mayor audiencia de la televisión rusa, respondió así a la pregunta de Jamala, que ganó Eurovisión en 2016 con 1944, canción que denunciaba la deportación soviética de los tártaros. “Eurovisión es en primer lugar un concurso musical. No son unas elecciones”, recalcó Maruv. Jamala y otros miembros del jurado acribillaron a preguntas políticas a todos los candidatos, incluidas Anna y María, dos gemelas oriundas de Crimea que se quedaron en el camino por no responder de manera acertada. “Crimea es mía y de mi hermana. Es nuestra casa, donde nacimos y empezamos a cantar. Nuestro lugar preferido en el mundo. ¿De quién puede ser Crimea si cuando vamos a casa cruzamos dos fronteras?”, dijeron. El dúo crimeo tenía pocas opciones desde un principio ya que su madre trabaja en el Gobierno de Crimea, península anexionada por Rusia en 2014.

Maruv no cometió el mismo error pero tuvo que firmar un contrato “leonino”, según sus palabras, con la Radiotelevisión Nacional Pública de Ucrania (NOTU). En virtud de dicho contrato, la cantante, que ganó el concurso nacional con Siren Song, no podría improvisar sobre el escenario, debía ceder los derechos de autor y relacionarse con la prensa sólo con autorización de la NOTU. También negarse a actuar en Rusia y ser especialmente cuidadosa con el tema de la integridad territorial de Ucrania o al hacer declaraciones públicas que pudieran dañar la imagen del país en la arena internacional. “Cuando miles de héroes mueren en el frente, el Estado debería estar representado por artistas dignos, patriotas de Ucrania, que se dan cuenta de su responsabilidad”, afirmó el ministerio de Cultura. Maruv aceptó renunciar a actuar en territorio del “Estado agresor”, pero se negó a firmar con el argumento de que no estaba dispuesto a cantar “bajo censura”. “Soy ciudadana ucraniana, pago impuestos y amo a Ucrania con toda sinceridad. Pero no estoy dispuesta a actuar bajo lemas que convertirían mi participación en el concurso en una campaña de promoción de nuestros políticos”, dijo en Facebook.

Aunque el Gobierno ucraniano dijo que no interferiría, el viceprimer ministro para Asuntos Humanitarios recordó que la mayoría de músicos ucranianos ya renunció a actuar en el país vecino tras la agresión en 2014 y criticó a los que alegran la vida a los que asesinan a ucranianos al Este del país.