Bilbao - La luz de Candela ha sido la sorpresa editorial de esta temporada. Para Mónica Carrillo está siendo una experiencia increíble que la sitúa al otro lado de la barrera: ya no es ella la que pide las entrevistas sino la entrevistada, lo que le produce extrañas sensaciones. En el plano profesional del periodismo se siente una mujer con suerte que ha pasado por todos los horarios, incluido el matinal. Ahora es la compañera nocturna de Matías Prats.

'La luz de Candela', una historia llena de pasiones.

-Tiene de todo. Es una historia que surge de muchas historias y donde las relaciones personales pueden llegar al límite.

¿Cómo surge escribir un libro?

-Voy a ser un poco tópica, siempre he querido contar historias y es lo que he pretendido con el libro, como también cuento historias en televisión.

¿No le basta con su trabajo en televisión?

-La televisión te absorbe de una manera increíble. A veces necesitas otras salidas, pero eso es algo que nunca sabes cuándo va a surgir. Nunca esperas escribir un libro cuando tienes otras cosas entre manos, pero un día surge la chispa, empiezas a escribir y te encuentras enganchada al oficio de contar un historia.

Siempre surgen recelos cuando un profesional de la televisión escribe un libro. Hay quien considera que es intrusismo...

-Que yo venga de la televisión no quiere decir que no pueda contar una historia. Tiene su parte positiva. Soy un rostro conocido y eso puede suscitar el interés de los espectadores.

¿Se plantearía dejar el periodismo por la literatura?

-¿Hay que elegir? ¿No, verdad? Escribir me ha enriquecido mucho y no creo que sea incompatible. No me siento más escritora que periodista; soy periodista y me apetece seguir trabajando en lo que me apasiona, pero me gusta la radio y también la hago. No hay por qué elegir, si te dan una oportunidad, hay que seguir con ella.

¿Qué tal se trabaja con alguien tan mediático como Matías Prats?

-Muy torpe tienes que ser para no aprender a su lado. Es garantía de solvencia, de credibilidad, de estabilidad y de éxito.

Dicen que es un jefe muy exigente...

-No es exactamente así. Se autoexige mucho y es muy generoso con las personas que estamos a su lado en el informativo. Yo he aprendido con todas las personas con las que he trabajado: con Vicente Vallés, con Roberto Arce y ahora con Matías Prats. En ese sentido, me siento afortunada.

¿Qué le llevó al Periodismo?

-No lo sé exactamente, siempre me ha gustado. Se podría decir que es vocacional. Nadie en mi familia había estudiado Periodismo, ni se había dedicado a los medios, con lo cual es algo que llevaba dentro. Siempre me sentía atraída por la actualidad. No fue fácil porque soy de fuera de Madrid. Cuando somos de provincias parece que todo se hace más cuesta arriba, incluso acceder a estudiar la carrera. Hay más trabas porque no lo tienes todo tan a mano.

Pero tuvo que salir de su ciudad.

-Sí, claro, hice Turismo en Alicante, pero al final me fui a Madrid a hacer Periodismo.

¿No echa de menos su tierra?

-Claro, pero Madrid es una ciudad muy interesante, tiene muchas cosas y está llena de gente que no es de Madrid, como yo. Es una ciudad de oportunidades. Estoy muy a gusto aquí, pero cuando puedo me voy a mi tierra a estar con familia. Me gusta que me arropen.

La popularidad es algo que va unido a la televisión, ¿cómo lo lleva?

-Muy bien. Los informativos no te hacen tan famosa como otros formatos, hay gente que me reconoce de inmediato y otra a los que les suena mi cara. En la televisión sales mucho más preparada, así no vas al súper. Pero sí que me reconocen, algunos se quedan mirando, otros se acercan y me dicen lo que les parece mi trabajo.

Ha pasado por todos los informativos. ¿Algún horario le parece mejor?

-Por supuesto que algún horario es mejor que otro, cualquiera que no sea el matinal. Me levantaba a las 2.00 de la madrugada. Iba, como te dirá todo el mundo que ha estado en este horario, a la contra. Cuando lo dejé y pasé al del mediodía me parecía que levantarme a las 7.00 de la mañana no era madrugar. También tengo que decir que aprendí muchísimo pero, si te soy sincera, estoy muy bien por la noche.

¿Es el informativo estrella de cualquier cadena?

-Es un informativo que la gente ve con más reposo, es más reflexivo porque la intensidad de las noticias se ha calmado y no hay tanta ebullición como en el del mediodía, que parece que está todo en marcha aún y que te obliga muchas veces a hacer cambios mientras estás en directo. En definitiva, todos los informativos son interesantes, aunque algunos tienen mejor horario que otros.