lOS Euskolegas nacieron con vocación de continuar y ampliar el camino emprendido dentro de Vaya Semanita. De un lado pretenden ser fieles al estilo que les ha permitido convertirse en la miniserie que ha vertebrado el programa a lo largo de los últimos dos años y, de otro, ampliar sus conflictos y su complejidad para realizar una sit-com de cuarenta y cinco minutos preservando el espíritu original de Vaya Semanita.

El lunes pasado esta singular cuadrilla comenzó su segunda temporada. Los buenos resultados de la primera le avalan como uno de los programas mejor aceptados por los telespectadores vascos. Los enredos y los líos típicos entre los que comparten piso son llevados a un extremo límite de divertidos despropósitos.

Los problemas que afectan a los personajes se corresponden con muchas situaciones reconocibles por parte de cualquier persona: dificultades para llegar a fin de mes, inconvenientes a la hora de encontrar vivienda, problemas de pareja... Los protagonistas son vecinos en la misma planta de un edificio céntrico de Bilbao. Hemos hecho un retrato de cada uno de ellos, si se los encuentra en el ascensor tenga cuidado; pueden ser peligrosos para su salud mental. Eso sí, se les puede dejar colarse los lunes en el salón o en la cocina, pero guardando las distancias y a poder ser desde el otro lado de la pantalla.

Andoni Agirregomezkorta, Javier Antón e Iker Galarza son los tres Euskolegas. Pero dentro de un mes, en el capítulo seis, volverá Laura de la Calle, Leire Roncal. La cuarta en discordia, es de Caparroso, apareció al principio de la primera temporada, pero decidió irse a Estados Unidos a probar suerte como actriz. Junto a esto cuatro viejos conocidos de Vaya Semanita hay otros actores que son de la familia para los espectadores vascos que están dispuestos a irse a la cama los lunes con una sonrisa: Ramón Barea, Ramón Ibarra, Arantxa Aranguren y Verónica Moral entre otros.

Francisco "Patxi" Goikoetxea (Andoni Agirregomezkorta): bilbaino de pro, obsesionado con el sexo a pesar (o a causa) de su escasa actividad en esta materia. Aun estando independizado de sus padres sigue gorroneándoles todo lo que puede. Reacio a siquiera oír hablar de trabajo, las únicas aspiraciones de este antiguo estudiante de Periodismo pasan por satisfacer sus necesidades más básicas. Es forofo a muerte del Athletic, y sus ídolos son Clemente y Guerrero.

Alejandro "Alex" Ufarte (Javier Antón): donostiarra de tradición católica y algo conservadora y con un afán perfeccionista. Amante de la canción ligera, posee unos sentidos de la elegancia y la higiene personal muy pulcros. Tiene un Máster en Administración y Dirección de Empresas, gracias al cual trabaja en una Caja de ahorros.

Prudencio "Pruden" Fournier (Iker Galartza): vitoriano con una habilidad innata para seducir y propenso a numerosas relaciones esporádicas sin ningún tipo de compromiso. Es un fanático de las patatas, especialmente las alavesas, y combina sus dos pasiones en su famoso secreto de la patata, algo que sólo sus ligues conocen. Este profesor de universidad suele ser la voz conciliadora en las discusiones entre sus compañeros.

Begoña "Bego" Urrutia (Arantxa Aranguren): mujer de Santi y tía de Patxi, es una coqueta ama de casa con una fachada de "echada pa"lante" que a la hora de enfrentarse al mundo real suele tener alguna que otra duda.

Santiago "Santi" Goikoetxea (Ramón Barea): tío de Patxi, tan vago y liante como su sobrino pero con el encanto que le falta a éste. Txikitero como los que no quedan, este técnico de reparaciones es experto en servirse de todo tipo de zalamerías y chantajes para salirse siempre con la suya y tirarse en el sofá frente a la televisión sin dar un palo al agua.

Estíbaliz "Esti" Goikoetxea (Verónica Moral): hija de Santi y Bego y prima de Patxi. A sus 28 años, sigue viviendo en casa de su madre por comodidad, y no concibe vivir sola ni compartir piso con desconocidos.

Juan Mari Badiola (Ramón Ibarra): jefe de Alex y Esti en la sucursal donde trabajan ambos. Un auténtico fanático del trabajo que cuando no imparte disciplina se preocupa por sus empleados más de lo que estos desearían.