MIAMI. La compañía SpaceX canceló este lunes, por tercera vez desde la semana pasada, un nuevo envío de sesenta satélites de la red Starlink, con la que se propone proporcionar internet de alta velocidad a usuarios de cualquier lugar del mundo.

El lanzamiento del cohete Falcon 9 estaba programado para las 9:49 (14:49 GTM) desde Cabo Cañaveral (Florida), pero rachas de fuertes vientos a gran altura impidieron que se produjera, según confirmó la empresa aeroespacial.

Horas antes del lanzamiento SpaceX anunció que existía un 50 % de posibilidades de posponer el despegue debido a las predicciones climáticas de esta mañana de lunes que se presentaba muy nublada.

El lanzamiento fue aplazado hasta las 9:28 (14:28 GTM) de este martes, día en que los meteorólogos auguran mejores condiciones para el despegue.

El último lanzamiento de este proyecto se produjo a principios de enero cuando SpaceX se convirtió en la compañía con más satélites operativos en funcionamiento. Cuando se produzca el envío hoy cancelado habrá 240 satélites Starlink en órbita alrededor de la Tierra.

La mayoría de las misiones que SpaceX tiene programadas para 2020 forman parte del programa Starlink, para el que necesita al menos 400 satélites en órbita que ofrezcan una mínima cobertura.

El propósito de SpaceX es colocar unos 1.584 satélites en la órbita terrestre, a unos 549 kilómetros por encima de la tierra, una distancia mucho menor que la habitual para estos dispositivos comerciales.

El principal objetivo del proyecto Starlink es proporcionar internet de alta velocidad y constante a usuarios de alrededor del mundo a través de esta constelación de satélites que operarán en una órbita baja, lo que permitirá una mejor conexión y servicio.

La semana pasada SpaceX, una compañía propiedad de Elon Musk, quien es también el dueño del fabricante de automóviles Tesla, realizó con éxito una prueba en la cápsula Crew Dragon para comprobar el sistema de abandono de la nave en caso de accidente o peligro para los ocupantes durante el despegue.

Esta prueba en pleno vuelo es una de la necesarias que tenía que cumplir la compañía fundada por Musk para poner en marcha los primeros vuelos comerciales al espacio con humanos, que está previsto que comiencen en un futuro próximo con los astronautas de la NASA Bob Behnken y Doug Hurley.