El día de San Valentín, el 14 de febrero, es uno de los días del año que más besos se dan en todo el mundo. No es para menos al celebrarse el día de los enamorados. Todas las personas tienen su estilo particular de besar y conoce más o menos cómo le gusta a su pareja que lo haga.

Pero si eres primerizo/a o tienes un poco oxidado cómo proceder con esta singular muestra de cariño te vamos a recordar unos cuantos consejos y trucos para que te sea más cómodo y sencillo. Y con éxito casi asegurado.

Besar es mucho más que colocar los labios sobre los de otra persona y mover la boca suave o desenfrenadamente, según la situación. Mucha gente se guía por lo que ve en la televisión o internet o lo que cuentan los demás. Sin embargo, es mejor que dediques un poco de tiempo y práctica para que sorprendas a tu pareja y que la experiencia de dar un beso sea grata e inolvidable.

Higiene bucal. Parece obvio, pero no está de más recordarte que para besar es imprescindible que te prepares con buen aliento y no espantes a tu pareja. Además de la higiene bucal, el truco del caramelo o chicle de menta funciona como último recurso suele funcionar.

Cuida tus labios. Unos labios secos no incitan a besar. Hidrátalos a menudo y antes de besar, humedécelos

Tocar y acariciar. Sin ir a los extremos. Acariciar se refiere, en este caso, a tocar su cuello, pelo, cara o torso. Empieza con caricias simples y suaves para hacer mágico el beso.

El ritmo. El beso debe ir in crescendo, ir poco a poco y suave para tal vez culminar con uno apasionado y acelerado. Trata de darle esas variaciones para que no se sientan aburridos y monótonos.

La lengua. Cuando la utilices no se trata de meterla hasta el fondo de la garganta y atosigar a nuestra pareja, sino de realiza movimientos sutiles. Empieza siempre con la boca cerrada.

El mordisco. Es muy sexy, pero no lo hagas de forma intensa y a la primera, puede que a tu pareja no le agrade o se asuste. Mejor intenta algo suave y por los bordes de la boca para identificar su reacción.

Juego de seducción. Además del contacto, juega con las manos, mueve la cabeza, intercambia miradas, juguetea con los labios para hacer más divertido el beso y la seducción.

La importancia del lenguaje corporal. Debes interpretar el lenguaje corporal de tu pareja y aplicar el arte del beso adaptándote a lo que siente en el momento, a conectar con el otro/a llevando un ritmo agradable y compaginado. Aprende las señales de tu pareja.

El consentimiento es clave. Si todas las señales están explícitas, señala tu interés claramente y di en voz baja que te gustaría besarle, y espera su respuesta. Preguntar es la mejor opción, pero con tacto y sentimiento. El tono es importante. Y un poco de insistencia puede ser tan excitante para tu pareja como el propio beso.

El final. Es tan sólo el principio de los siguientes besos que le darás, procura no terminar bruscamente ni desaparecer. Hazlo con una mirada y una caricia. Algo muy importante que no puedes dejar pasar es relajarte y disfrutar el beso como si fuera el último, y sorprende a tu pareja con uno inesperado y diferente cada vez.