La visión de BBVA para 2023 bascula en la desinflación y en promover la estabilidad financiera. Por ello, se prevé que en la primera mitad del año los bancos centrales concluyan el proceso de ajuste y también que se frenen las subidas de interés provocadas tras la situación de turbulencia vivida últimamente con los bancos por falta de liquidez Por tanto, el equilibrio está entre luchar contra la inflación y promover la estabilidad financiera.

También las materias primas son fundamentales para que la narrativa de desinflación se pueda consolidar y no hay más que ver cómo el verano pasado los precios de media del gas en los mercados mayoristas estaban en 235 euros por megavatio/hora y en estos momentos están por debajo de 45 euros megavatio/hora, una bajada espectacular con un efecto muy beneficioso para Europa, al aumentar el crecimiento económico y disminuir la inflación.

Aunque las previsiones para los próximos meses apuntan a que los precios de la energía se mantendrán altos, desde BBVA consideran que en ningún caso se va a llegar a los niveles de tensión del pasado año.