Las distintas opciones de inversión son mayores este año que el pasado, al ser 2022 un ejercicio convulso y de pérdidas. En términos de rentabilidad esperada, las alternativas de inversión para 2023 han mejorado y tenemos varios ejemplos como: la renta fija, el refugio clásico del inversor conservador que durante los últimos años ha estado dando rentabilidad cero; la deuda de alto grado; los bonos del Estado; fondos monetarios... En general, la tendencia apunta la inversión hacia fondos de bajo riesgo para obtener rentabilidad esperada.

Otro de los pilares de inversión es la renta variable, aunque se trata de una opción en la que hoy en día hay que ser cauto y esperar a que las perspectivas de beneficio se ajusten a la situación del mercado.