El presidente de la empresa que gestiona los funiculares de Lisboa, Carris, Pedro de Brito Bogas, dimitió este miércoles después de la publicación de un informe técnico en el que se detallan irregularidades en el funcionamiento del Ascensor de Gloria, donde 16 personas murieron el pasado 3 de septiembre en un accidente.

En un comunicado, el Ayuntamiento de la capital portuguesa informó de su renuncia, así como la de los demás miembros del Consejo de Administración de la Companhia Carris de Ferro de Lisboa (CCFL).

El alcalde de la capital, el conservador Carlos Moedas, recibió la renuncia del presidente de la CCFL en una reunión tras la que destacó "la forma profesional y valiente con la que, en el momento más difícil del mandato, tras el trágico accidente del Elevador da Glória, el actual Consejo de Administración defendió los intereses de la empresa", informó su oficina en un comunicado.

El consistorio consideró "fundamental" el nombramiento de un nuevo Consejo de Administración, mientras que Moedas se mostró preocupado por "querer restablecer lo antes posible la total confianza y credibilidad de una empresa fundamental para la ciudad de Lisboa".

Los funiculares de Lisboa están bajo la gestión de CCFL, que desde 2017 está tutelada por el Ayuntamiento de Lisboa.

Irregularidades en el siniestro

El lunes, el Gabinete de Prevención e Investigación de Accidentes de Aeronaves y Accidentes Ferroviarios (GPIAAF) presentó un informe preliminar sobre el siniestro en el que señaló varias irregularidades.

Entre ellas que el cable que se rompió, que unía las dos cabinas del funicular, no cumplía con la normativa para el transporte de personas ni con los requisitos de la propia CCFL.

El GPIAAF también apuntó a negligencia en el mantenimiento del funicular.

Tras la publicación del informe, Moedas, que fue reelegido este mes como alcalde de Lisboa para los próximos cuatro años, afirmó que estas conclusiones "reafirman" que el origen estuvo en causas "técnicas y no políticas".