El 15 de abril de 2019 la imagen de la catedral de Notre Dame en París en llamas recorrió el mundo. El fuego, que se inició de forma accidental causado por un descuido durante los trabajos de restauración que se llevaban a cabo, dejo gravemente dañado el edificio del siglo XII y su aguja y su tejado se derrumbaron. El Gobierno de Emmanuel Macron prometió a los franceses que la catedral estaría restaurada y que se dedicaría a ello todos los recursos necesarios.

Después de años rodeada de andamios, Notre Dame luce ya en todo su esplendor. La catedral abrirá sus puertas al público el próximo 7 de diciembre, pero este viernes ya se han podido ver las primeras imágenes de su interior después de que el presidente francés haya visitado el templo.

La imagen más destacada es la de una catedral diáfana con unos muros inusualmente blancos para una construcción diáfana.

5 años de reconstrucción

La reconstrucción, en la que han participado más de 2.000 trabajadores y 250 empresas a lo largo de estos cinco años, ha dejado la catedral mayoritariamente fiel a su configuración precedente, aunque se han hecho modificaciones para elevar los estándares de seguridad y poder evitar siniestros como el de 2019.