El informe de la misión de la comisión de Peticiones del Parlamento Europeo a Catalunya sobre el modelo de inmersión lingüística en las escuelas catalanas dio pie este miércoles a una bronca en el primer debate sobre el texto, con PSOE, ERC, Junts o BNG tratando de posponerlo y acusando a la derecha de politizar el contenido del documento.

El texto, pendiente de la fase de enmiendas y de su voto final, defiende en sus conclusiones que el sistema educativo catalán debe dar el mismo tratamiento tanto al castellano como al catalán como lengua vehicular de la enseñanza y pide garantías de que no exista discriminación hacia los menores que piden estudiar en castellano.

El debate comenzó con casi una hora de retraso frente a la agenda prevista después de que diputados de PSOE, ERC, Junts o BNG protestaran por haber conocido el contenido del informe a través de la prensa y recibirlo formalmente con menos de 24 horas de antelación respecto a la reunión de este miércoles, además de sólo en inglés.

Estos diputados trataron de que se votara posponer el debate sobre el informe de la misión, pero populares, liberales y conservadores, que tienen una mayoría en esta comisión, se pronunciaron a favor de mantener el orden del día íntegro.

La presidenta de la comisión de Peticiones, Dolors Montserrat, advirtió por su parte de que las solicitudes de enmienda al orden del día tienen que presentarse al menos en las 24 horas previas al inicio de la reunión.

Estos tres grupos a la derecha del hemiciclo europeo han sido precisamente los encargados de elaborar el informe de la misión y sus conclusiones, que van más allá de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que establece la obligación de que al menos un 25 % de la docencia en Catalunya se imparta en castellano, principal argumento legal esgrimido por las familias que acudieron a la comisión de Peticiones de la Eurocámara.

Antes y después del propio debate se sucedieron agrias discusiones entre Montserrat (PP) y eurodiputados como Cristina Maestre (PSOE), Diana Riba (ERC), Ana Miranda (BNG) o Toni Comín (Junts), quienes echaron en cara a la eurodiputada popular que no se haya respetado el procedimiento en la elaboración del informe, según dijeron.

"Hemos recibido el informe con menos de 24 horas y no hemos tenido tiempo para analizarlo", protestó Maestre, que dijo "no ver normal" que esta comisión, "con la mayoría de la derecha capitaneada por el PP español", diga a un Estado miembro "que tiene que hacer algo sobre una cuestión competencia exclusiva de los Estados miembros".

La posición del PSOE sobre este tema, añadió, es la del cumplimiento de la sentencia del TSJC.

"Es una misión de la derecha y la extrema derecha española, no es la posición de la Comisión ni del Parlamento Europeo", incidió por su parte Diana Riba (ERC), que criticó que esta comisión sea "un 'show' mediático que pagan todos los contribuyentes".

"Sin la inmersión, el retroceso de la lengua catalana irá a más porque, ustedes que aparentan defender el bilinguismo, en verdad lo que quieren es que la sociedad catalana sea monolingüe en castellano", alertó por su parte Toni Comín (Junts).

La jefa de la misión, la liberal estonia Jana Toom -que comparte grupo con Ciudadanos-, incidió en que las recomendaciones de la misión "deben buscar un enfoque equilibrado que respete la diversidad lingüística de Catalunya a la vez que aseguren que todos los niños, sin importar su origen, tengan un acceso igualitario a la educación".

"Por un lado hablamos con autoridades vehementemente convencidas de que el modelo es necesario para la pervivencia de la lengua catalana y están dispuestos a considerar un daño colateral a las familias que lo sufren. Por otro, hablamos con las familias que nos mostraron los extremos a los que han llegado para recibir más enseñanza en castellano y el terrible tratamiento que afrontaron después", incidió Toom.

Para la eurodiputada liberal, es difícil ver "cómo se pueden reconciliar" dos posiciones "tan dramáticamente opuestas".

"Entendemos el precedente histórico en el que el catalán ha sido reprimido, pero (...) tenemos que asegurar que los gobiernos jueguen un papel mediador y reconciliador", expresó por su parte el popular Peter Jahr, otro de los miembros titulares de la misión.

Los eurodiputados tienen ahora hasta el 1 de marzo para presentar enmiendas al texto y la votación final tendrá lugar el 19 de marzo.