El presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, abogó este sábado, Día de Portugal, por la universalidad del país pero con advertencias a la gestión interna: Es necesario "cortar las ramas muertas que alcanzan a todo el árbol".

El mandatario, que realizó su discurso durante uno de los desfiles conmemorativos del día nacional en el municipio luso de Peso da Régua (norte del país, junto al río Duero), defendió "no desistir nunca de crear más riqueza, más igualdad, más cohesión, distribuyendo esa riqueza con más justicia".

"Solo somos verdaderamente portugueses en la medida en la que siempre fuimos y somos universales, siempre disponibles para la solidaridad y relación con los otros", alegó el jefe de Estado, quien aseguró que pueden ser "más fuertes" si unen "energías y superan egoísmos".

Sin embargo, cuestionó "de qué sirve" dicha internacionalización "si siempre hay conflictos internos", como "más problemas que riqueza, más desigualdades que igualdad, más razones para partir, a veces, que para quedarnos".

Por ello, defendió que en Portugal se debe "plantar, sembrar, podar" y "cortar las ramas muertas que alcanzan a todo el árbol".

"Recreamos juntos(...) lo que hace que nuestro futuro sea muy diferente y mucho mejor que nuestro presente. Solo si no queremos, Portugal no será eterno y nosotros queremos que Portugal que sea eterno", añadió.

Durante su alocución transmitió también sus agradecimientos a un ciudadano de nacionalidad portuguesa que acabó herido al intentar parar el ataque registrado esta semana en la ciudad de Annecy, en Francia, que se saldó con cuatro niños y dos adultos heridos.

También estaba presente el primer ministro luso, el socialista António Costa, cuyo Gobierno se encuentra en plena crisis política después de que el ministro de Infraestructuras, João Galamba, se haya visto envuelto en un escándalo relacionado con la aerolínea TAP.

El Ejecutivo, que gobierna con mayoría absoluta, ha sufrido una docena de bajas en poco más de un año de legislatura, cifra que podría aumentar, ya que la oposición y Rebelo de Sousa piden la dimisión de Galamba.

Costa, que no habló en el acto, recibió a la salida las críticas de algunos profesores del sector público que reclaman desde hace meses en manifestaciones y protestas mejoras laborales y salariales.