Los efectos de la invasión rusa de Ucrania, con la llegada de millones de refugiados, y el aumento de la pobreza infantil son dos de los principales desafíos en materia de derechos humanos que enfrentó la Unión Europea en 2022, según un informe publicado este jueves.

"Una vez más, Europa se enfrentó a otro año de tremenda agitación y convulsión. En 2022, Rusia invadió Ucrania, desencadenando acontecimientos y sufrimientos que Europa esperaba no volver a vivir", asegura la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE en su resumen de la situación el año pasado.

4 millones de refugiados ucranianos en Europa

El informe indica que de los 8 millones de personas que huyeron de Ucrania ante el ataque ruso, unos 4 han recibido protección temporal, lo que les garantiza una larga serie de derechos y prestaciones.

Pero la FRA recuerda que se han detectado casos de discriminación contra gitanos ucranianos o contra nacionales de otros países que huyeron desde ese país a la UE.

Además, el hecho de que muchos quieran quedarse en territorio europeo o estén indecisos sobre si hacerlo obliga, según la FRA, a establecer medidas a largo plazo relacionadas con la vivienda, el empleo o la educación.

Esta agencia recuerda que la mayoría de los refugiados son mujeres que están a cargo de niños o de parientes y que por ello necesitan más apoyos.

Las principales formas de ayudarla a estas "víctimas inocentes de la agresión de Rusia en Ucrania", tal y como las define la FRA, son proveerlas de alojamientos seguros y asequibles y empleos apropiados, integrar a sus hijos en colegios o guarderías y ofrecer amparo a las víctimas de violencia y explotación sexual.

Pobreza infantil

La FRA también advierte de que el número de niños en riesgo de pobreza y exclusión social siguió aumentando en 2022, pues los elevados precios de la energía y la inflación supusieron una carga adicional para los hogares.

En su informe, la FRA señala que en los últimos años la UE ha dado varios pasos importantes para abordar la pobreza infantil, sobre todo a través de la Garantía Infantil Europea, que pretende "prevenir y combatir la exclusión social garantizando el acceso efectivo de los niños necesitados a un conjunto de servicios clave".

A pesar de que el número de menores en riesgo de exclusión social o pobreza había ido descendiendo hasta 2019, aumentó desde el 22,8 % ese año hasta el 24 % en 2020 y el 24,4 en 2021, debido a los efectos de la pandemia de la covid.

El Estado español, a la cabeza de la pobreza infantil

El Estado español fue en 2021 el segundo país de la UE con más tasa de pobreza infantil, con el 33,4 %, por detrás del 41,5 % de Rumanía, y frente al 11% de Eslovenia, el más bajo entre los 27 socios comunitarios.

"Los menores en situación de pobreza tienen menos probabilidades de que les vaya bien en la escuela son menos propensos a ir bien en el colegio, de gozar de buena salud y de desarrollar todo su potencial en el futuro. Esto es algo que no podemos aceptar", asevera la FRA.

Racismo

El discurso de odio, mayoritariamente online, siguió siendo otro de los mayores problemas el pasado año, en gran parte relacionado con la invasión rusa a Ucrania.

La FRA critica que solo la mitad de los países de la UE poseen planes de acción antiracistas.

Además, esta agencia afirma que se necesita una protección de los derechos fundamentales más potente debido al rápido avance de las tecnologías y de la inteligencia artificial.