El nuevo ministro italiano del Interior, Matteo Piantedosi, aseguró ayer que su país no acepta “lecciones de nadie” sobre el respeto de los derechos humanos de los migrantes que se encuentran en dos barcos de ONG, mientras SOS Méditerranée anunció que su nave, con 234 personas a bordo, pone rumbo a Francia tras el rechazo de las autoridades italianas.

La decisión se tomó después de que la primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, hablara con el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, donde ambos participaban en la cumbre del Clima COP27, según medios italianos.

El anuncio fue acogido con satisfacción por el vicepresidente y ministro de Infraestructuras, Matteo Salvini, impulsor de la doctrina de puertos cerrados para las ONG entre 2018 y 2019 y que ha colocado a Piantedosi, exjefe de su gabinete, al frente de Interior: “Ocean Viking, Francia abrirá el puerto de Marsella. Bien hecho, el aire ha cambiado”, escribió en sus redes sociales

Salvini ya había mostrado su alegría al saber que la ONG española Salvamento Marítimo Humanitario había decidido postergar su nueva misión en el Mediterráneo dada la situación: “Italia no será cómplice del tráfico de personas. ¿Alguien empieza a entender esto?”, dijo y consideró que se trataba de una “primera victoria” para Piantedosi.

“Si quieren detenerse en la exégesis de expresiones burocráticas adelante, pero no aceptamos lecciones de nadie desde el punto de vista del respeto a los derechos humanos”, dijo éste al ser preguntado por la expresión “carga residual” utilizada por él en referencia a las 247 personas que siguen en las naves, sin permiso para pisar territorio italiano.

Marcha del ‘Ocean viking’

Los migrantes “no están en el mar, están a salvo”, añadió el ministro en un acto en Roma poco antes del anuncio de que el Ocean Viking abandonase las aguas internacionales frente al puerto italiano de Catania (sur) en dirección a la isla francesa de Córcega, indicaron a Efe fuentes internas de la organización.

El Gobierno de Meloni ha emprendido un pulso con las ONG que rescatan inmigrantes en el mar, a las que acusa de fomentar el fenómeno migratorio, y no ha respondido a las más de 30 peticiones de puerto de la Ocean Viking, una de las cuatro naves afectadas por las nuevas disposiciones del Ejecutivo italiano.

En corto

Situación

Tres barcos. El ‘Rise Above’, de los alemanes de Mission Lifeline, con 89 inmigrantes a bordo, desembarcó la noche del lunes a todos en el cercano puerto de Reggio Calabria, mientras que las otras dos, la ‘OGeo Barents’ de Médicos Sin Fronteras (MSF), con 572 inmigrantes, y la ‘Humanity 1’ de la organización SOS Humanity, con 179, atracaron en Catania, donde siguen, pero no todos los rescatados bajaron.

Protesta

huelga de hambre. La mayoría de los 35 inmigrantes del Humanity 1, a los que se prohibió el desembarco iniciaron ayer una huelga de hambre.