La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, forzó este miércoles la aprobación de los presupuestos de 2023 y puso fin así al debate en la Asamblea Nacional, donde carece de mayoría absoluta, lo que expone al Ejecutivo a una moción de censura.

Borne anunció ante los diputados la utilización del artículo 49.3 de la Constitución, que le permite aprobar las cuentas sin votación, tras una semana en la que la oposición había aprobado algunas enmiendas y rechazado otras en contra de la opinión del Gobierno.

La primera ministra justificó el recurso al 49.3, algo poco habitual en Francia, ante el bloqueo parlamentario, lo que le valió duras críticas de la oposición, que ahora dispone de 24 horas para interponer mociones de censura que pueden hacer caer el Ejecutivo.