La histórica sede de Roma del extinto Partido Comunista italiano (PCI), durante décadas el mayor de la Europa occidental, será alquilado y convertido en un hotel de lujo, según confirmaron ayer a Efe sus propietarios. El presidente de Finanziaria Tosinvest, Giampaolo Angelucci, anunció un acuerdo de alquiler de este importante edificio en el centro de Roma con una filial conjunta formada por AG Group y el Grupo Rossfin, con el apoyo de la gestora internacional Colliers.

La operación está dirigida a construir un hotel de cinco estrellas de 8.000 metros cuadrados, setenta habitaciones y con terraza con restaurante gestionado “bajo la marca de una de las más conocidas multinacionales” del sector hotelero, aún no desvelada.

Las arrendatarios se comprometen a restaurar y renovar el edificio respetando eso sí los cánones arquitectónicos de su fachada y muchos de sus elementos históricos. El edificio se encuentra en Vía delle Botteghe Oscure, en el corazón de Roma, a dos pasos de Plaza Venecia.

Durante años el palacio fue la sede del poderoso PCI de Palmiro Togliatti o Enrico Berlinguer, disuelto en 1991 y de cuya fundación, como escisión del Partido Socialista en el XVII Congreso de Livorno de enero 1921.

Entre estos símbolos se mantendrá la estrella de oro de cinco puntas ensamblada en el pavimento del palacio, diseñada por el escultor Gio Pomodoro, y el busto del intelectual Antonio Gramsci, uno de los fundadores y líderes del PCI. También se mantendrá la bandera de la Comuna de París exhibida en una mampara.

La sede de Via delle Botteghe Oscure ha sido uno de los escenarios clave de la convulsa política italiana en la segunda mitad del siglo XX, periodo en el que el PCI fue protagonista junto a la Democracia Cristiana (DC) tras la caída del régimen fascista.

En sus inmediaciones, en la Vía Caetania fue encontrado el cadáver del ex primer ministro y secretario democristiano, Aldo Moro, secuestrado casi dos meses antes por las Brigadas Rojas.