Aunque durante al menos una semana (la última de junio y los tres primeros días de julio) será omnipresente el Tour, un evento que solo superan en popularidad el Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos -competiciones ambas que se disputan cada cuatro años- no conviene despistarse mucho para presenciar el paso del pelotón de la carrera francesa en directo.
Se antoja imprescindible planificar con antelación -el dispositivo de seguridad así lo requiere- en qué lugar exacto se va a animar la carrera.
El Tour, un imán imbatible, congregará a millares de personas durante las tres primeras jornadas que se disputan en las carreteras vascas. Además, antes del paso de los mejores ciclistas del mundo, una caravana publicitaria trazará por las mismas vías a modo de anuncio. Ese desfile es en sí mismo un gran espectáculo y el preludio de la competición. Se trata de una cabalgata que se anticipa un par de horas antes de que asomen los corredores. La caravana publicitaria del Tour es un desfile colorista y muy visual con una duración estimada de media hora y que ocupa diez kilómetros desde el comienzo hasta el final.
