"Para un director de cine, el éxito es tener libertad para crear"Olga Martín
Rodada entre 2023 y 2024 en localizaciones de Madrid, Almería, Tenerife y Segovia, esta última temporada de la serie The Head ha contado con Jorge Dorado como showrunner.
PERSONAL
- Edad: 47 años
- Lugar de nacimiento: Madrid
- Trayectoria: Jorge Dorado es director y guionista nominado en tres ocasiones a los premios Goya. Ha dirigido películas como Mindscape y Objetos, además de series como El ministerio del tiempo y El embarcadero. Actualmente, se encuentra inmerso en los preparativos de Las vidas posibles de Luisa Dorado, su próxima película que será una biografía de su madre, una pintora anónima que, durante los años 60 del siglo pasado, fue madre soltera en París y tuvo cinco hijos con tres hombres diferentes.
- Instagram: @jorge_dorado_oficial
The Head ha sido un éxito internacional desde su estreno. ¿Cuál ha sido la clave para conectar con el público de tantos países?
Uno hace una serie creyendo en ella, pero sin pensar necesariamente que va a ser un éxito. Lo que realmente nos sorprendió fue cuando Max la compró, porque al principio estaba destinada a una plataforma más pequeña, Orange Televisión. Fue como una cadena de sucesos que empezó a tener lugar: primero fue un éxito en Japón, luego en Estados Unidos, después en Latinoamérica… Y todo eso nos llevó a hacer una segunda y luego una tercera temporada. Fue bastante sorprendente, la verdad. Nadie sabe qué ingredientes tiene algo para lograr ese tipo de impacto. Pero yo imagino que la trama, con el misterio de quién es el asesino en un ambiente tan hostil y extremo como la Antártida, generó mucha curiosidad.
El cineasta Jorge Dorado.
¿Desde el inicio se pensó en tres temporadas?
Al principio, la serie estaba pensada como una única temporada de seis capítulos, autoconclusiva. Max nos pidió una segunda temporada, nos preguntaron si había más historia por contar. Y entonces, con Ran Tellem, uno de los productores ejecutivos de la serie, empezamos a pensar en grande.
La serie ha reunido a un elenco internacional con actores de múltiples nacionalidades. ¿Cómo fue el trabajo con el equipo?
Es realmente fascinante trabajar con actores de tantas nacionalidades, porque la propia historia lo pide: actores de Japón, Francia, Alemania, Inglaterra, Latinoamérica... Cada uno trae consigo una impronta única de su propio territorio. Y ese toque local es algo que tienes que aprender a manejar para poder alinear todas las maneras de interpretar. Pero, en general, lo más divertido fue hacer el casting. Es como si el mundo entero se abriera ante ti. A partir de ahí, lo más importante es el tono. Al final, el trabajo del director es conseguir ese tono y asegurarse de que todos vayan en la misma dirección.
"Tuvimos que simular que estábamos a 50 grados en el Sáhara desde una fábrica de Segovia a menos 6 grados”
The Head ha sido destacada por su alto nivel de producción. ¿Cómo ha sido la colaboración de The Mediapro Studio y las otras productoras internacionales?
Mediapro Studio es el alma de la serie. Fueron ellos los que me llamaron para ofrecerme el proyecto. Yo me incorporé primero como director, luego como guionista de la tercera temporada, pero sobre todo como productor ejecutivo. De alguna manera, me dieron toda la responsabilidad de hacer la serie. Lo que Mediapro logra con este proyecto es no hacer una serie solo para una plataforma o un canal, sino quedarse con los derechos de explotación y poder venderla a diferentes canales. Ha estado en Canal Plus, Hulu, Amazon, SBS en Australia… Tener los derechos de Mediapro te permite no tener que hacer un producto a medida de una plataforma específica, sino hacerlo a tu gusto y luego venderlo. Esa decisión es lo que ha permitido, creo yo, que exploremos los caminos que hemos recorrido a lo largo de las tres temporadas.
La desaparición de cabezas es un sello de la serie. ¿Cómo se ideó?
Cuando entré en el proyecto, los hermanos Pastor ya habían escrito un primer capítulo y establecido la historia. Creo que esto empezó con Ran Tellem, el ejecutivo de Mediapro, y David Troncoso, que en ese momento trabajaba en la compañía. Se les ocurrió una idea tan simple como esta: un grupo de personas queda encerrado durante el invierno, y a uno de ellos le cortan la cabeza. La pregunta era, ¿qué haría el resto, sabiendo que uno de ellos es el asesino? Ese concepto, tan brutal, casi terrorífico, de arrancarle la cabeza a alguien, era lo que lo definía. A partir de ahí, el concepto evolucionó hacia la pregunta de quién es la mente detrás de todo esto, pero todo partió de eso: el elemento más terrorífico no es solo asesinar a alguien, sino desmembrarlo, y a partir de ahí se siembra el terror.
En cada temporada han llevado a los personajes a escenarios extremos y aislados. ¿Por qué eligieron el desierto del Sáhara para esta última entrega?
En la primera temporada elegimos la Antártida porque nos parecía el escenario ideal para la historia: un grupo de científicos encerrados en una base en medio del continente helado durante el invierno. En la segunda temporada, decidimos trasladarnos a un barco, y la idea era terminar en un desierto. Así que, durante el desarrollo del guion, encontramos un lugar único: Bir Tawil. Es un territorio que está entre Egipto y Sudán, pero no pertenece a ningún país. No tiene fronteras, ni ley, ni gobierno. Nadie lo reclama. Y ese fue el escenario ideal, de ahí surgió la idea del desierto del Sáhara.
"Es fascinante trabajar con actores de muchas nacionalidades en una misma serie”
¿Cómo fue grabar en lugares tan distintos como Madrid, Almería, Tenerife y Segovia? ¿Qué retos implicó recrear el Sáhara en estas localizaciones?
Fue muy complicado. Imagínate, en Segovia, Madrid, en diciembre, especialmente en Segovia, en una fábrica abandonada. Estábamos a menos 6 grados y teníamos que simular que estábamos a 50 grados en medio del Sáhara. Así que, con cañones de calor y motivando a los actores, lo intentamos. Al final, siempre les decía: “El frío y el calor son extremos, al final, son lo mismo. Así que lo que sientas de frío, intenta mostrarlo como si fuera calor”. No siempre funciona, pero bueno. En general, las tres temporadas fueron físicamente muy complicadas de rodar, tanto para el equipo técnico como para los actores. Pero esos retos también traen anécdotas y le dan un poco de vida al proceso de conseguirlo.
En esta tercera temporada los personajes experimentan con una toxina en humanos. ¿Cómo se construyó esta trama y qué dilemas éticos plantea?
Es uno de los grandes temas de la serie: ¿Qué vale más, una vida o millones de vidas? La serie plantea la posibilidad de acabar con el cambio climático y los sacrificios humanos que eso implicaría. Y es muy interesante porque pone a los personajes constantemente en esa disyuntiva, lo que permite ver sus valores y prioridades. Al mismo tiempo, es una pregunta que estamos planteando al público. A mí me gustan mucho los thrillers de misterio e intriga, pero cuando hay un tema de fondo con el que todos podemos identificarnos como espectadores, creo que se logra la combinación perfecta del género.
Jorge Dorado, en el rodaje de 'The Head'.
La pamplonesa Clara Galle es una de las nuevas incorporaciones al reparto de esta última entrega. ¿Qué nos puede contar sobre su personaje?
Clara interpreta a Alba, una hija de un millonario español que rechaza vivir bajo el paraguas del dinero de su padre. Esto la lleva a involucrarse en una locura: un experimento con su propio cuerpo, usando una toxina que podría ayudar a combatir el cambio climático, a cambio de una gran suma de dinero en poco tiempo. Es una especie de venganza o revancha familiar, porque Alba quiere demostrarle a su padre que ella también puede ganar su propio dinero y que no va a vivir siempre a su sombra. Es un personaje rebelde, pero a lo largo de la historia va a encontrar una especie de redención. De alguna manera, va a encontrar su lugar en el mundo gracias a las relaciones que va a establecer con otras personas en la base.
"El éxito de un trabajo te lleva a tener más oportunidades en el futuro y poder mantenerte en la industria”
¿Cuál fue la escena más compleja de rodar en esta tercera temporada?
La escena más complicada de rodar y, a la vez, más satisfactoria fue el parto de Olivia Morris, que interpreta a Rachel, asistida por Maggie Mitchell, quien interpreta a Katharine O´Donnelly. Todo sucedió en medio del desierto, y además habíamos decidido, junto con los guionistas, que el bebé venía de nalgas, lo que complicaba aún más la operación. Recuerdo que las actrices pasaron meses viendo vídeos de partos, y esto se rodó en diciembre, pero en junio ya empezaron a prepararse. Contamos con el asesoramiento de una matrona y realizamos varios días de ensayos para asegurarnos de que todos los movimientos fueran realistas, y que las emociones estuvieran en su lugar. A pesar de todo el trabajo previo, cuando nos enfrentamos a la escena, lo hicimos con mucho miedo. Pero la verdad es que fue espectacular. Recuerdo que, mientras rodábamos, tenía a la matrona conmigo viendo todo en el monitor. Cuando terminamos, la miré buscando su aprobación y me dijo: “¡Esta mujer acaba de parir! Es tan real lo que acabo de ver”. Incluso el equipo aplaudió. Esas son las escenas que realmente requieren mucho esfuerzo, pero al final, el objetivo es que se sientan auténticas.
The Head ya se da por terminada. ¿Cree, no obstante, que podría continuar de alguna forma en el futuro, tal vez con un spin-off o una película?
A mí me encantaría. He cogido mucho cariño a los personajes. Es cierto que plantear una cuarta temporada dependía mucho del éxito de la tercera, aunque, afortunadamente, la ha tenido. Aun así, sentíamos que sería un poco estirar el chicle. De todas maneras, creo que hay dos personajes increíbles, Arthur y Maggie, que podrían dar pie a muchas más historias, sin duda.
La serie ha llegado a más de 90 países. ¿Qué impacto ha tenido esto en su carrera profesional?
Al final, el éxito de un trabajo te lleva a tener más oportunidades en el futuro. Yo no creo que el éxito se mida por la cantidad de gente que te sigue o por los premios que recibes. Para un director, el éxito es poder mantenerse en una industria, cada vez más amplia, donde tengas más libertad para crear.