El ataque de risa de África Baeta en el 'Teleberri' hablando sobre Hitler

El directo en televisión tiene sus riesgos. Que falle una conexión, que no entre un vídeo, que no se escuche bien o que se equivoque el presentador o presentadora. Esas equivocaciones a veces culminan en ataques de risa que son incomodísimos para quien los protagoniza, consciente de que eso no debería estar pasando, pero que suelen hacer gracia a los espectadores.

África Baeta y Hitler

Si esas risas ocurren en un informativo, un espacio del que se espera seriedad y rigor, es lógico que se vuelvan virales porque no es algo que se pueda ver habitualmente. Es lo que le pasó a África Baeta en el Teleberri de las tres de la tarde.

La presentadora catalana, afincada en Pamplona desde su juventud, se disponía a despedir el informativo con una noticia sobre Adolf Hitler. Según se ha desvelado en un documental británico, el dictador nazi sufría un trastorno sexual genético, algo que los investigadores habían descubierto reconstruyendo su perfil genético por medio de un trozo de tela manchada de sangre del sofá en el que Hitler se suicidó en el año 1945. Y en la cadena autonómica vasca se hacían eco de la noticia, que estaba dando mucho que hablar.

Llega la risa

“Tras la imagen de poder absoluto y prepotencia, Hitler ocultaba alteraciones genéticas y además trastornos sexuales. Así lo ha confirmado su ADN. El dictador padecía el síndrome de Kallmann, que puede provocar anomalías genitales como el micropene”, explicaba Baeta, instantes antes de que le entrara la risa. “Además se desmonta que tuviera ascendencia judía”, decía ya incapaz de contener la risa, aunque por suerte en ese momento entraba el vídeo que ampliaba la noticia.

Pero la pieza no duró lo suficiente como para que la presentadora pudiera recobrar su rostro serio, y a la vuelta del vídeo continuaba muerta de risa. “Así nos despedimos. Hasta mañana, bihar arte”, conseguía decir riéndose y realizando un gesto con las manos con el que pedía perdón”.

Opiniones diversas

El fragmento se ha vuelto viral en las redes sociales, con decenas de miles de reproducciones y donde, como siempre, hay opiniones para todos los gustos. Hay quienes creen que humaniza a la presentadora y les parece un momento simpático. “No sé cuánto le pagan, pero seguro que no lo suficiente”, reacciona un tuitero en X. Pero también hay quien la acusa de no hacer bien su trabajo. “Pues hemos hecho muchas risas, pero me parece de una falta de rigor profesional estratosférica. Llamadme raro”, escribe otro.