Redención con sonido escandinavo
LA PELÍCULA ABORDA LA INESPERADA RELACIÓN ENTRE UNA VETERANA ESTRELLA DE LA MÚSICA Y SU NIETO, UN NIÑO DE 11 AÑOS AL QUE ACABA DE CONOCER
EL nuevo trabajo de la directora Pernille Fischer Christensen se apoya en el sonido escandinavo auténtico para contar la historia de Thomas Jacob, un cantautor de fama mundial que vive en Los Ángeles, ajeno al mundo que le rodea y sin más preocupaciones que él mismo y su música. Después de una ausencia de años, regresa a Dinamarca con su productora para grabar un nuevo álbum y allí se reencuentra con su hija, Julie, con quien apenas tiene relación, y con su nieto, un chico de once años a quien no conocía y del que debe hacerse cargo porque su madre tiene que ingresar en un centro de rehabilitación. Poco a poco, la música hará que abuelo y nieto conecten. Cuando un suceso trágico sacuda la vida de ambos, Thomas se verá obligado a tomar una decisión que cambiará su vida para siempre.
Las relaciones personales son el eje central de la obra de esta realizadora danesa, que aborda el tema de la familia desde una perspectiva diferente. “Thomas es el clásico mito del artista que lo sacrifica todo, pero al mismo tiempo su personaje plantea uno de los dilemas del hombre moderno, la idea de que el trabajo libera y de que permite dejar a un lado lo que antes era una obligación, por ejemplo la familia. En este filme se examina si significa realmente algo ser parientes. De pronto, descubre que debe cuidar de su nieto. Hasta entonces siempre ha podido escoger de quién rodearse. Un reflejo del momento que vivimos”, señala Fisher.
La música, como hilo conductor La realizadora danesa explota con especial interés las canciones y la banda sonora del filme, buscando ciertas reminiscencias de cintas como Once, Shed no tears, o incluso Kiss me, donde la música compuesta e interpretada como vía de desahogo emocional constituye parte del encanto e identidad de estas obras. Para dar vida a Thomas Jacob, la realizadora ha elegido al actor sueco Mikael Persbrandt, conocido por su papel del cambiaformas de Beorn en la saga de Peter Jackson El hobbit.
Aunque nunca había cantado profesionalmente, acabó siendo una estrella del rock de lo más creíble. Según Pernille Fischer Christensen, el secreto fue rodearse de algunos de los mejores talentos musicales de Escandinavia. “Nos hemos esforzado en conseguir un sonido escandinavo auténtico. Trabajé mucho en conceptualizar la expresión musical y las letras adecuadas, la forma en que la música apoya y lleva parte de la historia”. Algo más fácil le resultó a su compañera de reparto, Trine Dyrholm, que es cantante y compositora y unade las actrices con más talento de su generación. Debutó a los 18 años en la película Springflod, por la que fue galardonada con el Premio Bodil otorgado por la Asociación de Críticos de Dinamarca. Es la única actriz que ha vuelto a recibir este reconocimiento en otras cuatro ocasiones. En Alguien a quien amar, Dyrholm interpreta a Molly Moe, la productora habitual del protagonista.
Fiel al estilo de su directora, la película cuida especialmente los detalles, desde la luz, el sonido, los peinados, los colores de las paredes y la textura de la ropa hasta los paisajes. El rodaje se llevó a cabo en el campo danés, en pleno invierno, un paisaje nevado muy emotivo, desnudo, vacío y mágico que evoca el invierno que anida en el corazón de Thomas.
reconocida en la Berlinale El debut de Pernille Fischer Christensen en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 2006 fue inmejorable. Su primer trabajo, En Soup (Enjabonado), fue reconocido Premio Alfred Bauer a la Mejor Ópera Prima y el Gran Premio del Jurado. Cuatro años más tarde regresó a la Berlinale y fue nominada por su largometraje En familia, con el que obtuvo el Premio Fipresci de la crítica internacional. Desde entonces, se ha convertido en una de las niñas mimadas de la Berlinale. Su última obra, Alguien a quien amar, ha sido acogida este año en la sección Berlinale Specials, donde se incluyen películas, normalmente, de nombres destacados en la historia del festival o producciones que la organización cree que merecen una atención por estar vinculada a hechos de interés actual.