Bilbao. Antena 3 en sus apuestas por los reportajes ha programado para la madrugada de los lunes un programa que recorre historias judiciales que han quedado sin resolver. Su presentadora, Carolina Sellés, habla de los objetivos a cumplir y de sus expectativas. La periodista alicantina también comenta en la entrevista cómo vivió en primera persona el ERE y el cierre definitivo de la televisión autonómica valenciana.
¿Cómo vio el primer capítulo de 'Unidad de análisis policial'?
Muy bien. Estoy satisfecha. Hemos tenido buenos resultados y me parece un programa interesante.
¿Le gusta el mundo de los sucesos?
Por mi trayectoria, no me he dedicado exclusivamente al mundo de los sucesos. Yo hacía información local y a veces me encontraba con un suceso o varios, y había que cubrirlos. No soy especialista en esta área informativa, pero sí soy apasionada de todo el género a nivel audiovisual y, sobre todo, literario; me gusta leer género policíaco, género de investigación y novela negra. He caído en un buen entorno.
¿Cree que es un género informativo en alza?
Ahora mismo es un género que está relanzado. Hay muchos programas que giran en torno a la investigación, a los sucesos y creo que las personas tenemos ese punto de vista curioso, morboso y alimentado por toda la cultura audiovisual que tenemos y creo que está viviendo una muy buena época.
¿Qué pretenden con este programa?
Relanzar los casos para ver si de alguna manera puede reabrirse y los podemos poner otra vez en valor porque hay casos que están sin resolver después de los años.
¿Hay muchos?
Se ha hecho una selección de trece expedientes abiertos. Nos hemos metido de lleno con los equipos oficiales de investigación que llevaron los casos, las familias, principales interesadas en que se resuelva, y queremos poner todos los indicios juntos porque quizá a alguien le sugiere alguna pista.
Si han pasado tantos años, ¿cree que pueden surgir elementos que ayuden a resolver unos casos que llevan tiempo apartados de la investigación?
Puede ser que alguna persona si ve todos los datos juntos, recuerde alguna cosa que en su día dejó pasar porque le parecía irrelevante y los investigadores pueden ver otra nueva línea de investigación. Ese es el objetivo del programa y, por qué no, ayudar a hacer ese perfil de las personas que pueden estar detrás de estos asesinatos que recordemos están sin resolver.
¿Es la televisión el medio que más le gusta?
Es el medio en el que más he trabajado, aunque empecé en la radio; este último me gusta mucho también.
¿Un medio que no vive su mejor momento a nivel de críticas?
No, claro que no. Pero más que la televisión, yo diría que no vive sus mejores momentos el periodismo en general. Estamos en una época muy complicada, de cambio de paradigma, de cambio de modelo y es difícil, pero no solo la televisión, el periodismo en general.
¿Cree que ha perdido muchos puntos el periodismo en calidad, credibilidad, referencias??
Por un lado, la rapidez a la que nos lleva el tratamiento de la información, todo lo que tiene que ver con lo digital, lo inmediato, es una realidad que deja poco tiempo para interiorizar, reflexionar y contextualizar las cosas?
¿Se puede cambiar la tendencia de rapidez?
Creo que es compatible la inmediatez con dar una información rigurosa y con el paso del tiempo hay otras figuras que tienen que contextualizar los hechos. La calidad no se tiene que perder por las tendencias más rápidas para ofertar información; aunque es posible que la inmediatez exigida haga que nos dejemos algo por el camino.
Usted trabajaba en Canal Nou. Una situación muy difícil ver caer a una televisión, ¿no?
Ahora mismo tenemos en la mente los últimos momentos que es lo más reciente, pero hasta que llegó ese momento, ese morir traumático de la televisión valenciana, todos los trabajadores hemos estado dos años y medio con esa espada de Damocles del ERE, de lo que tenía que pasar, de a quién le va a tocar y a quién no? La verdad es que todos éramos conscientes de la sobredimensión que había sufrido la empresa en los últimos años?
¿Eran conscientes de que podía desaparecer?
No lo sé, los últimos momentos fueron duros, tal y como se llevó la comunicación fue un proceso extraño y doloroso. Tal y como acabó, hablo de los momentos finales, estoy convencida de que son unos hechos que se va a estudiar en las universidades, estoy segura.
¿Estaba usted en ERE o fue de las que permaneció dentro hasta el final?
Había salido de la televisión. Para mí fue una salida traumática. Yo estaba trabajando en mi última etapa en un programa que se llamaba Societat anónima, era un programa de reportajes de calle, tipo Comando actualidad? Veíamos cómo era la realidad social, era de investigación y denuncia? Todo mi equipo se quedó y, curiosamente, la única que salió fui yo.
Cuando cerró la televisión valenciana se denunció por parte de los trabajadores la manipulación política que había sufrido, ¿por qué se denuncia entonces y no antes?
Sí se hicieron antes estas denuncias en periódicos locales desde el 98, el comité de redacción levantó acta de lo que estaba pasando, pero llega un momento en el que eliminaron la figura del comité de redacción. A partir de ahí era mucho más difícil expresar por los cauces legales qué pasaba dentro de la televisión. Se denunció en todo momento y quizá no tuvo la repercusión que debía haber tenido y tenemos que hacer todos una autocrítica.
¿Qué tipo de autocrítica?
En la situación en la que estábamos viviendo, somos muchos los periodistas, me incluyo, que seguramente no levantamos la voz lo suficiente, las veces que debíamos haberla levantado. Precisamente porque todo el mundo tenemos, no sé?
¿Facturas que pagar?
Exacto. Hay que hacer esa autocritica, hay que levantar la voz, pero reconozco que no es fácil.
Cree que es un toque de atención, un aviso a navegantes?
Sin duda, lo de Canal Nou es un toque a nivel de empresa, de periodistas, de ética profesional y debe ser un toque de atención que debe hacer reflexionar.