Rob Zombie es un autor de una personalidad arrolladora. Músico, director de cine y de videoclips, sus películas son pasto de sus visiones. The Lords of Salem, envuelta en los aquelarres de antaño con la visión pop, psicodélica y posmoderna de primitivistas rituales de lujuria, es un ejercicio de mal gusto y humor bizarro y juguetón, de muchas referencias y citas, protagonizado por una locutora de radio que se vuelve loca cuando escucha una canción de metalurgia pura. No es gran cosa, pero su mundo de serie B y de mecánica inverosímil hará gozar a sus adeptos, que no son pocos. El autor, experto en Halloween, retrata a las brujas con la delicadeza de un matadero, como material decrépito de exposición. Sin embargo, dentro de sus limitaciones, es un mundo particular. Lo suyo no son los personajes (de hecho, la protagonista es carne de peluquería, poco más) sino el jugueteo del surrealismo provocado por las cabras y la sangre. A la espera de las brujas punkarras de De la Iglesia, éstas toman el té y dan sartenazos.
The Lords of Salem es material de ideas excéntricas recicladas por el montaje. Poco sustanciosa, pero jugosa.
Dirección: Rob Zombie. Productor. Jason Blum y Oren Peli. Reparto. Sheri Moon Zombie, Maria Conchita Alonso, Meg Foster, Dee Wallace