Kike Amonarriz e Ilaski Serrano se encuentran en plena vorágine de inicio de curso. Las vacaciones también han acabado para Mihiluze, un concurso que se afianzado en la parrilla de ETB-1 y que el lunes iniciará su séptima temporada. Que un programa sobrepase los seis años en televisión es un sueño para cualquier profesional, sobre todo, con la avidez a la hora de devorar programas que muestra actualmente el medio.
El plan de grabación es muy intenso. Presentadores, concursantes, público y el equipo técnico de ETB dedican una jornada entera en la preparación de cinco entregas. Dos se graban por la mañana y tres por la tarde. Los primeros participantes llegan a los estudios de Miramon a las nueve de la mañana. Lo primero es ponerles al día de la dinámica del concurso, peluquería, maquillaje, después llega la hora del desayuno y, por fin, la grabación. El ritmo es trepidante y todos, a pesar de los correspondientes madrugones, se divierten y pasan un buen rato.
Séptima temporada Los dos presentadores de Mihiluze han compartido parte de la jornada con este periódico y han comentado cómo ven el curso que inician. "Estamos encantados de cómo va el programa. Empezar la séptima temporada es una maravilla. Me lo paso estupendamente con el concurso", señala Ilaski Serrano. A la hora de realizar el programa no hay guiones que memorizar, pero sí una escaleta perfectamente ajustada a los dos conductores.
Kike Amonarriz está satisfecho de lo que se ha conseguido con este espacio. "A lo largo de estos años hemos tenido una evolución lógica y en la séptima temporada nos encontramos con un concurso más consolidado. Conocemos la mecánica del juego perfectamente y sabemos qué es lo que funciona", apunta el presentador.
El objetivo de Mihiluze es jugar con el idioma. "Hemos intentado ir cambiando las pruebas. Introducimos dos nuevas secciones esta temporada. Seguimos avanzando para hacer un programa atractivo basado en el juego de palabras a través del euskera". Amonarriz tiene claro que este concurso sirve para demostrar la diversidad del euskera. "En ocasiones, los propios sorprendidos somos nosotros por esa riqueza lingüística que nos encontramos. Hasta en Euskaltzaindia muestran sorpresa", comenta.
El trabajo continúa en plató, es el arranque de temporada y hay que empezar de nuevo la rutina. El equipo técnico y de realización se encarga de que todo esté a punto para comenzar las grabaciones. Mientras, los miembros de la redacción dan un último repaso a las pruebas y los que se encargan del público comprueban que no hay problemas de última hora.
En el transcurso de un día de grabación pasan por Mihiluze 18 concursantes. El público se divide en dos tandas -mañana y tarde- de 55 personas cada una de ellas. El tiempo va pasando y los programas se van sucediendo. La hora del punto y final llega sobre la siete y media de la tarde. Cinco entregas están a punto. La cita es de lunes a viernes en ETB-1 a las 21.25 horas.