El Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara ha detenido en Sigüenza a una mujer de 32 años, como presunta autora de un delito contra la flora y la fauna por maltrato animal. Se trata de la propietaria de un perro al que privó de los cuidados necesarios y que finalmente tuvo que ser sacrificado debido al grave estado que presentaba.

Según informa el instituto armado, esta detención fue practicada por la Patrulla del Seprona de Birhuega, tras recibir la colaboración de un ciudadano que informó del estado deplorable que presentaba un perro que se encontraba en una vivienda de la localidad de Sigüenza.

Caquexia extrema

Personados los agentes en el lugar, pudieron comprobar la existencia de un perro que se encontraba famélico, sin musculatura y en un estado de extrema gravedad. El animal tuvo que ser sacrificado finalmente por los servicios veterinarios debido a las dolencias que presentaba (caquexia extrema y otras afecciones graves).

Aunque la tendencia se ha reducido considerablemente en los últimos años, estas situaciones de maltrato animal con manifestaciones de crueldad o ensañamiento hacia los animales, muchas de ellas con resultado de muerte, se siguen produciendo en algunos lugares.

El animal tuvo que ser sacrificado finalmente por los servicios veterinarios debido a las dolencias que presentaba. GUARDIA CIVIL

El Seprona de la Guardia Civil de Guadalajara trabaja diariamente para que los responsables de las mismas sean puestos a disposición judicial y los animales puedan tener una segunda oportunidad.

Código penal

Las conductas de maltrato y abandono de animales domésticos están recogidas en el artículo 340 del Código Penal y llevan aparejadas penas de prisión de hasta 24 meses, además de la inhabilitación para el ejercicio de cualquier profesión que tenga relación con los animales y para la tenencia de los mismos.

Por otro lado, la tenencia de los animales domésticos está regulada en las diferentes legislaciones de las comunidades autónomas, donde se específica todo lo referente a sus cuidados, higiene, documentación, vacunaciones así como la tipificación de las infracciones y sus sanciones.

Para garantizar el control y protección de los animales de compañía existen normas dictadas por la Administración Central, Autonómica y local. Los responsables de los animales son los dueños o los poseedores que por tanto, tienen la obligación de cumplir la normativa.