Más de 320 hectáreas quemadas con un perímetro de 15 kilómetros es el balance inicial del incendio forestal de Benasau (Alicante), que ha provocado el desalojo de los vecinos de la cercana población de Penáguila, sin que hayan podido aún regresar. La consellera valenciana de Justicia e Interior, Salomé Pradas, llamó a la “calma, colaboración y cooperación” de las autoridades locales afectadas y, sobre todo, de los vecinos, de los que dijo que “entienden” que sigan sin poder volver a sus casas “en cuanto que el incendio no ha sido controlado”.

Sostuvo que en cuanto haya condiciones de seguridad, los habitantes de Penáguila podrán regresar a sus domicilios, y añadió en este sentido que las próximas horas son “clave” para conocer la evolución del incendio. Poco antes, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, había confirmado que una chispa procedente de una radial en unos trabajos en la depuradora de Benasau ha sido la que ha provocado las llamas incontroladas. Según Pradas, “la radial es una hipótesis” y apeló a “respetar los tiempos”, toda vez que los operarios de esas obras prestarán declaración hoy.