El consejero de Seguridad del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, aseguró ayer lunes que un total de 230 han sido las ambulancias de transporte sanitario urgente que han sufrido daños “en actos de sabotaje” desde el pasado 1 de septiembre, cuando arrancó el conflicto laboral. Inmerso el sector en una huelga en defensa “de un convenio justo”, Erkoreka ofreció esta cifra tras conocerse que el pasado fin de semana una mujer falleció en su domicilio de Bermeo. Y también anunció que la policía vasca ha puesto en marcha un investigación para aclarar estos hechos.
La Ertzaintza analiza las circunstancias que rodearon el fallecimiento de la mujer en Bermeo, que se encontraba en parada cardiorrespiratoria y que fue atendida inicialmente en su domicilio por un médico de Osakidetza. Investiga los retrasos que se pudieron originar al no encontrase operativas las ambulancias urgentes de la zona y que podrían sido ocasionadas en el marco de conflicto laboral. Erkoreka aseveró que el del pasado fin de semana es un hecho que “preocupa”, tanto como los ataques registrado estos meses. “La investigación está en curso y poco se puede aportar. Hace falta reunir información médica, de las propias ambulancias y poco se puede adelantar... vamos a permitir que la investigación policial avance y una vez se conozcan los datos se pueda poner todo en conocimiento de la autoridad judicial”, afirmó.
Los sindicatos convocantes de la huelga en las ambulancias en Euskadi -ELA, USO, LAB, UGT, CCOO Y ES- lamentaron el fallecimiento de la mujer el la localidad costera, si bien quisieron aclarar que el vehículo que fue a atender a la paciente fallecida “nunca fue saboteado”, acusando además de forma directa a la empresa La Pau -concesionaria del servicio en Euskadi- de usar de forma “marrullera” la situación.
“Uso mezquino”
Por su parte, el representante de LSB-USO Antonio Frechilla denunció sabotajes a vehículos de responsables sindicales, ofreció otra versión de lo sucedido. En una concentración de trabajadores de transporte sanitario ante el hospital de Cruces, indicó que la ambulancia de Gernika-Lumo requerida para asistir a la mujer fallecida en la villa costera no era de La Pau, “sino un soporte avanzado medicalizado o UVI, que es una ambulancia pública, con personal de Osakidetza, que no está en huelga y ninguna de esas ambulancias ha sido saboteada”. Según remarcó, la empresa está realizando una utilización “un poco mezquina” de la situación y lejos de buscar una salida al conflicto laboral lo está “enquistando”.
El Ayuntamiento de Bermeo, por último, y tras dar el pésame a la familia y allegados de la mujer, solicitó a la empresa “que explique lo ocurrido este fin de semana”, así como confía en que “el asunto se aclare lo antes posible”.