Los dos arrendatarios de los locales del Puerto Deportivo de Getxo que entre noviembre de 2022 y enero de 2023 sufrieron tres incendios, todos ellos al parecer intencionados, han sido imputados por un delito de estafa a la compañía de seguros, tras concluir la Ertzaintza la investigación de lo ocurrido, según ha informado el Departamento de Seguridad.

Las investigaciones comenzaron tras el incendio registrado en un local hostelero situado en el puerto deportivo de Getxo el pasado año, el 8 de noviembre. Todas las hipótesis apuntaron en aquella ocasión a que había sido provocado. La empresa familiar que tenía arrendado el local denunció el hecho y cobró una indemnización por los daños sufridos.

 Cuando esta investigación continuaba aún abierta a la espera de dar sus frutos para identificar al presunto autor, dos meses después, en la madrugada del 1 de enero, otro incendio en un local contiguo, regentado por la misma empresa, "levantó todas las alarmas", según ha explicado la Consejería de Seguridad.

En esta ocasión el incendio no fue denunciado ante la Ertzaintza y sí se hizo una reclamación de daños a la compañía aseguradora correspondiente. Se da la circunstancia que la póliza de este local fue modificada días antes, duplicando el valor de lo asegurado. En esta ocasión y gracias a la intervención del vigilante de seguridad del puerto, los daños fueron mínimos.

 Al igual que en el caso anterior intervino la Policía Científica de la Ertzaintza y se recogieron evidencias que apuntaban que también había sido intencionado. Finalmente, dos días después, cuando al parecer se estaba limpiando y acondicionando el local para ser reabierto, se produjo el tercer incendio, donde esta vez sí el local quedó calcinado.

 TODAS INTENCIONADAS

Los informes periciales realizados por la Unidad de Investigación de Getxo, tras el estudio, análisis y posterior cotejo de las evidencias recogidas en el lugar, concluyen que todos ellos fueron intencionados. Por estos hechos se practicó la detención, por un presunto delito de incendio intencionado, del arrendatario del local, el autor material y un colaborador necesario, que realizó las labores de cobertura. Además, a los dos arrendatarios de los dos locales, –a empresa que se dedica a su explotación–, se les imputa un delito de estafa a las compañías aseguradoras.