La Guardia Civil ha detenido a dieciséis personas e investigado a otras cinco, todas ellas pertenecientes supuestamente a una organización criminal dedicada al robo de cable de cobre, que ha actuado en ocho provincias de seis comunidades autónomas, de las que se han llevado 58 toneladas de este material valoradas en 600.000 euros.

La operación, denominada Valsordo por haberse iniciado a principios de año en Cebreros (Ávila), cuya patrona tiene ese nombre, también ha supuesto la incautación de material robado en camiones de transporte en estaciones de servicio de la carretera de Andalucía y en una nave industrial de almacenamiento de Jaén.

A estos hechos se suma la implicación de esta organización, cuyos integrantes proceden en su mayoría de diversos países del este de Europa, en el tráfico de drogas, ya que en los registros el instituto armado se ha incautado de 36 kilos de cogollos de marihuana seca, preparada para su venta en bolsas al vacío.

La operación ha sido presentada en rueda de prensa por el subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano, el comandante jefe de Operaciones de la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila, Juan Antonio Gallego, y el capitán jefe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, Juan José Vallejo.

A los detenidos en esta operación que, continúa abierta, se imputan los delitos de robo con fuerza; asociación ilícita; robo y hurto de vehículo a motor; falsificación de documentos, contra la salud pública y receptación.

Además se les atribuye diversos robos, entre ellos el de cable de cobre, en las provincias de Badajoz, Cáceres, Ávila, Alicante, Albacete y Valencia y en la Comunidad Valenciana, Cantabria y la Comunidad de Madrid, donde se encontraban dos chatarrerías "ilegales" en la Cañada Real de Rivas-Vaciamadrid y en Fuenlabrada.

Se han intervenido también cinco furgonetas -una procedente de un robo cometido en Valencia-; 36 kilos de cogollos de marihuana seca preparadas para su venta en bolsas al vacío; 20 cajas embaladas de bicicletas sin montar; 3 microondas; 195 prendas de ropa de una conocida marca y 5 vehículos a motor, entre otros objetos.

En cuanto a las 58 toneladas de cable, equivalen a más de 19 kilómetros, y la Guardia Civil ha podido recuperar 12 toneladas, que se encuentran a disposición judicial.

La operación se inició a principios de este año, cuando la Guardia Civil conoció los robos de cable de cobre "Millberry" en dos Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de las localidades abulenses de Cebreros y El Tiemblo, al este de la provincia de Ávila, muy cerca de la Comunidad de Madrid.

Según ha descrito el capitán Juan José Vallejo, uno de los datos "curiosos" de su modo de actuar era que, tras perpetrar los robos, escondían el cable de cobre en inmediaciones de los lugares donde los cometían, para "no levantar sospechas en caso de ser identificados en algún control policial rutinario".

Después, regresaban a Madrid de vacío y, dependiendo de la cantidad de cable de cobre que habían escondido, alquilaban una o varias furgonetas para recoger el cable robado.

Posteriormente, lo vendían a una chatarrería "clandestina" de la Cañada Real, que no poseía ni rótulos ni publicidad y se encontraba "en situación ilegal", antes de que esta trasladara el cableado a otra ubicada en Fuenlabrada, donde se emitían facturas con datos fiscales de clientes y antiguos clientes, sin su conocimiento ni consentimiento.