durango - “Firmo los bandos cada vez que hay una agresión en Durango y nunca me había imaginado que yo iba a ser una de las víctimas”. Esta fue una de las reflexiones que hizo ayer Pilar Ríos, presidenta del área de Igualdad y teniente alcalde en el Ayuntamiento de Durango, tres días después de ser amenazada de muerte por Felipe Ardanza, asesino de Ofelia Hernández en noviembre de 2006 y condenado a 17 años de prisión por el asesinato de su expareja. “No puedo entender como una persona que ha matado a su pareja y sin cumplir la condena, está hoy en la calle”, lamentó la edil durangarra en su despacho con la orden de alejamiento entre sus manos.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes, sobre las 19.30 horas, en un céntrico bar de la villa, cuando la teniente alcalde se disponía a tomar un café en compañía de su madre. En esos instantes, a pocos metros de la barra un hombre corpulento, de 1,90 metros de estatura, fijó su mirada en la edil y empezó a gritarle: “¡PSOE pum, pum!”, mientras realizaba con dos dedos el gesto de una pistola. Ríos, sorprendida por la situación que estaba viviendo, confesó que “sobre todo tenía la preocupación de que mi madre se diera cuenta de lo que estaba sucediendo”.

En el momento de la agresión, un cliente del bar intentó frenar sin éxito al hombre, diciéndoles que parara de gritar contra la edil. En los primeros instantes, Ríos no sabía a qué atenerse, ya que no conocía la identidad del hombre, “nunca le había visto”, insistió ayer. Por ello no dudó en sacar el móvil y hacerle una foto. “Yo no le conocía, pero tenía la seguridad de que alguien sabría quién era”, relató.

Pasados unos minutos fue el padre del agresor el que agarró del brazo a su hijo para sacarle del establecimiento. Nada más salir del bar el tabernero se dirigió a la edil socialista y le dijo: “¿No sabías quién era?”. Ante la respuesta negativa de Ríos el responsable del bar le respondió: “Es el asesino de Ofelia Hernández”, en referencia a Felipe Ardanza, que en 2006 mató a su pareja tras asestarle varias cuchilladas.

“Nada más salir del bar llamé a varias amigas para contarles lo sucedido y me aconsejaron que fuera inmediatamente a la Ertzaintza y así hice para poner la correspondiente denuncia”, explicó.

Durante el fin de semana la teniente alcalde de Durango vivió una situación de gran inseguridad. Ayer, visiblemente afectada, señaló que “es necesario que lo cuente aunque para mí también está siendo muy duro. Es importante visibilizar la situación, porque muchas mujeres han vivido o están viviendo estos casos. Nunca hubiera pensando que me iba a tocar a mí ser una mujer amenazada y hay que denunciar lo ocurrido”.

Ante la gravedad de los hechos, el lunes tuvo lugar un juicio rápido en el juzgado de Durango. Pilar Ríos acudió arropada por la diputada de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, Teresa Laespada; la alcaldesa, Aitziber Irigoras; la segunda teniente alcalde, Mari José Balier; la secretaria institucional del PSE-EE de Euskadi, Begoña Gil; el secretario de organización de Bizkaia, Francisco Fernández, y la asesora del PSE-EE en el Ayuntamiento, Idoia Agorria. “A petición mía, en el juicio estuvimos en habitaciones separadas. Y es que tan duro como lo que pasó en el bar fue volver a revivir lo ocurrido con todo tipo de detalles”, apuntó la víctima.

Con una orden de alejamiento de setenta metros como única herramienta de defensa, la víctima confía en que instituciones penitenciarias revisen el caso para que el agresor, Felipe Ardanza, vuelva a prisión. “Fue condenado a 17 años y en once ya estaba en la calle. Tengo claro que este hombre no está preparado para reinsertarse en la sociedad”, aseguró Ríos.

La junta de portavoces del Ayuntamiento de Durango se reunió ayer por la tarde para aprobar por unanimidad un texto de condena mostrando “el rechazo de los partidos políticos de este Ayuntamiento hacia cualquier manifestación de violencia contra las mujeres sea del tipo que sea: física, psicológica, económica o sexual”.

En la misma línea se mostró la Comisión Ejecutiva de los Socialistas Vizcaínos al asegurar que “Pili siempre ha centrado su trabajo, tanto fuera como dentro del partido, en la igualdad entre hombres y mujeres, y ha puesto en marcha numerosas acciones de defensa hacia la mujer ante cualquier tipo de violencia. Y por ello, ha recibido estas amenazas de una persona que no podemos olvidar que ya asesinó a una mujer”, recordaron.