Bilbao - Galdames es una zona con mucha actividad espeleóloga, que cuenta con más de 400 cavidades. Una zona que los expertos en la materia la describen de “gran complejidad” pero, a su vez, de pocas probabilidades de accidente. Galdames cuenta con cuevas de renombre ya que son de las más grandes de Euskadi. Muchas cavidades que los expertos trabajan en descubrir “cada vez más”.

El presidente y coordinador de la Unión de Espeleólogos Vascos, David Díez, explica que no es “lo más habitual” que una persona se introduzca sola en la cueva. A pesar de ello, “de vez en cuando” sí que se da la ocasión porque puede que esté “realizando labores de investigación” pero “casi nunca y rara vez” se verá a una única persona introducirse en la oscuridad de las oquedades.

Algo que tampoco es usual es que ocurran desprendimientos. A pesar de ello, el accidente que ocurrió durante la madrugada del viernes, no fue el primero que sucedía en esa zona. Hace “un tiempo” hubo otro desprendimiento, al que acudió Diego Dulanto, espeleólogo y médico, para ayudar en las labores de rescate. “En aquella ocasión el espeleólogo tuvo mejor suerte porque únicamente se fracturó la cadera”, explica.

Zona transitada De todas formas, según narra este experto, es una zona muy transitada pero siempre se introducen a las cavidades de una manera muy segura por lo que, “si ocurren accidentes”, como por ejemplo que se de el caso de que alguna piedra se desprenda, “es pura mala suerte”.

De hecho, el hombre fallecido, fue “uno de los que encontró” la cueva donde ha tenido el fatal accidente. “Cada vez que se descubre una nueva cueva se les denomina con una numeración, y en este caso, era la número 45”, detalla.

Pero son muchas las que están ya descubiertas y, por ello, las grutas de Galdames son “famosas” por sus “impresionantes” formas que se crean en los huecos de las rocas. Es por ello que muchos tienen la curiosidad de rastrear la zona, en su mayoría expertos, para observar si descubren el misterio de una nueva oquedad.

Los expertos definen la zona como un territorio “espectacular” por su gran complejidad. Por eso, los que aman esta actividad, se introducen en los huecos de las piedras para descubrir los secretos que esconden, los detalles que nacen de sus minerales y para deleitar las señales que lanzan desde el fondo de la cueva.