Bilbao- Dicen los expertos que los robos de profesionales han de acometerse en diez minutos para no ser descubiertos; quince a lo máximo. Pero más, dicen, es pasarse y dispara la posibilidad de ser descubierto. Pero esperar la llegada del propietario del piso, de la Ertzaintza y hasta la de un cerrajero puede parecer más tiempo de lo normal. Un hombre llamó a la Ertzaintza para alertar de que la cerradura de su piso, ubicado en San Francisco, había sido forzada y que no podía entrar a su interior. Tras la llamada, los agentes se desplazaron hasta el lugar y, en efecto, comprobaron que la cerradura estaba forzada. Pero, además, se oían ruidos en el interior. Así, los agentes llamaron a un cerrajero para que se desplazase hasta el lugar y abriese la puerta con el fin de comprobar si había alguien en el interior del piso. Y sus sospechas no fueron erróneas; una vez dentro los agentes hallaron a un hombre de 29 años. Al ser preguntado por su presencia en el piso, “no fue capaz de dar una explicación creíble”.

Tras estos hechos, ocurridos el pasado viernes a las 17.20 horas, la Ertzaintza procedió al arresto de este joven. Se le acusa de un delito de robo. Al parecer, el presunto ladrón habría entrado al interior de la vivienda a través de un patio interior y tras romper el cristal de una de las ventanas del piso. - E. F. D.