BILBAO. Los hechos se produjeron sobre las 17.15 horas de la tarde de ayer, martes, hora a la que el centro de emergencias 112 fue alertado de que estaba ardiendo un caserío abandonado situado en el barrio bilbaíno de Larraskitu, en la ladera del monte Pagasarri.

Al mismo tiempo, un agente de la Ertzaintza fuera de servicio informó de que estaba siguiendo a una persona sospechosa de haber provocado el incendio.

Mientras varias dotaciones de bomberos trabajaban en las labores de extinción del incendio, agentes de la Ertzaintza acudieron a ayudar a su compañero, que fue amenazado por el sospechoso con una navaja y una cizalla.

Al advertir la presencia de los agentes uniformados, el sospechoso, sin mediar palabra, se tumbó en el suelo y se colocó las manos en la nuca, según ha explicado en una nota el departamento de Seguridad.

El supuesto autor del incendio, que "desprendía un fuerte olor a humo y tenía la ropa y las manos negras", llevaba, además de la cizalla y la navaja, dos mecheros presumiblemente utilizados para provocar el incendio, según la misma fuente.

Los agentes arrestaron al joven como presunto autor de un delito de amenazas y otro de daños por incendio.

Al pasar junto al caserío ardiendo, cuando los agentes se disponían a trasladar al joven a dependencias policiales, el detenido confesó a los policías que era el autor del incendio, según el departamento de Seguridad.