BILBAO - Pegó hasta a seis vecinos con un palo de un metro de largo que encontró en el jardín porque le pidieron que bajase la música. Les agredió hasta abrirle la cabeza a uno de ellos. Y después, con la llegada de la Ertzaintza, se dio a la fuga. No actuó solo. Su acompañante, un joven de 25 años, fue detenido acusado de agresión. Al huido le han denunciado por intento de homicidio.

Esta es la historia que vive el barrio Zuazo, ubicado en Barakaldo, desde el pasado sábado. “Mis nuevos vecinos llegaron aquí hace un mes y medio y casi todos los días ponían el volumen de la música muy alto”, comienza a relatar F. H. una de las víctimas que tuvo que ser trasladado al hospital de Cruces, donde le dieron hasta 31 puntos en la cabeza. Según explica el joven a DEIA, la fiesta comenzó a las 16.00 horas y duró más de seis horas. Finalmente, varios vecinos, cansados por el continuo ruido de la música, llamaron la atención a los inquilinos del bloque 23, pero consiguieron justo lo contrario. “Empezaron a jugar con la música; la ponían más alta, la quitaban, la volvían a poner”, explica. Finalmente, asqueado por la situación, el hermano de F. H., que también vive en el barrio, les tocó el timbre. Ahí se inició la pelea. “Bajaron dos y uno de ellos se quitó una chancleta y se la tiró a mi hermano”, explica. Fue entonces cuando, según su versión, varias mujeres que viven con el nuevo inquilino bajaron y empezaron a pegarles patadas añadiendo que “somos menores, si nos pegas te denunciamos”.

Ante el ruido generado, varios vecinos se acercaron para ver lo que estaba sucediendo. Todos ellos fueron golpeados. “De repente, el otro hombre empezó a pegarnos con un palo de un metro de largo que estaba clavado en el jardín sujetando un rosal”. F. H. fue uno de los seis vecinos que tuvieron que ser evacuados al hospital, tras recibir un golpe en la cabeza. “Iba a matarnos”, asegura con rotundidad. “Nadie pega en la cabeza para hacer cosquillas. Nos pegó a todos”.

Denuncia Tras este hecho que revolucionó por completo el barrio, los vecinos afectados denunciaron a los dos presuntos agresores. A uno de ellos por agresión. Al segundo, “al que nos dio con el palo”, le han denunciado por intento de homicidio. Sin embargo, poco o nada se sabe de él, ya que desde el sábado “no se le ha vuelto a ver por el barrio”. Dice que “no queremos represalias pero queremos que se vayan. Somos un barrio que vive en armonía y que siempre nos hemos llevado bien entre todos”, asegura F. H. De hecho, es tal la buena relación que tienen entre todos que “aunque tenemos un parking muy estrecho, aparcamos bien para no molestar al vecino”, concluye. - E. F. Domínguez